Para Leonela Delgado los besos y abrazos de sus dos hijos fueron los mejores detalles de amor que pudieron darle a una madre. “Sus muestras de cariño son suficientes para mí”, expresó sonriente la mujer, mientras que sus dos pequeños, de 9 y 3 años la abrazaban.

Delgado acompañada también por su esposo, estaba eligiendo un arreglo floral para su mamá, en el Mercado de Flores. Ellos fueron unos de los cientos de personas que acudieron a ese sitio para encontrar el regalo ideal para celebrar el Día de la Madre en familia.

En este sitio, que se mantuvo abierto la madrugada de ayer, las ventas se duplicaron y hasta triplicaron respecto a un día normal. Los arreglos se vendieron desde $ 3 hasta $ 90.

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Muy cerca de allí, otro tipo de celebraciones emotivas fueron las que se dieron en el Cementerio General o Patrimonial de Guayaquil, donde cientos de familias acudieron para visitar las tumbas de sus madres.

Entre ellas, los 35 integrantes de la familia de Flora Vera, quien falleció hace dos años en un Día de la Madre.

Como a ella en vida le gustaba dar serenata, le llevaron a unos músicos para que le entonen sus cinco melodías favoritas.

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“Era alegre, bromista, una excelente madre”, expresó Santiago Orrala, mientras tranquilizaba su llanto. Junto a él estaban sus tres hermanos, padre, tíos, sobrinos y nietos.

En tanto que los paseos familiares por los parques y sitios turísticos del centro de la urbe, matizaron la tarde. La venida 9 de Octubre se vio copada de personas con ramos de flores y globos con frases como: “feliz día mamá” o “muchas felicidades en tu día”.

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La degustación de variados platillos y postres en los restaurantes también fue una de actividades realizadas durante la tarde por los ciudadanos.

Como María Barrero, de 68 años, quien junto con su hijo, salió a dar un paseo por el malecón Simón Bolívar. “Ahora nos vamos a comer unos helados en un lugar que a ella le gusta”, dijo su hijo y contó que desde el fallecimiento de su padre continúa con la tradición que él mantuvo por años: salen a las 06:00 para escuchar misa en La Catedral, luego pasean por el centro, almuerzan, van de compras y terminan con una copa de helado.