Miriam Quiroga, la mujer que trabajó de cerca con el fallecido presidente argentino Néstor Kirchner durante siete años, echó más polémica a las denuncias de lavado de dinero e irregularidades que salpican al exmandatario y su esposa, la actual presidenta, Cristina Fernández, al revelar cómo se sacaban de la Casa Presidencial bolsos con plata que entregaban empresarios como Lázaro Báez, amigo de los Kirchner.

En el programa del periodista Jorge Lanata, Periodismo para todos, Quiroga contó que cuando le entregaron un bolso preguntó qué había dentro y le respondieron que era “mucha plata” y que estaba contada.

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“Yo lo que vi son los bolsos. Vi personas, vi movimientos, después un compañero mío de trabajo me dijo, agarrá. Tomá el peso”, contó Quiroga.

La exfuncionaria involucró a Daniel Muñoz, exsecretario de Kirchner, como el hombre encargado de trasladar esos bolsos desde la Casa Rosada o la Quinta de Los Olivos (residencia presidencial) hasta Río Gallegos y El Calafate, adonde llegaban en el avión Tango 01 o vía terrestre. Además, Quiroga alimentó más sospechas sobre el rol del ministro de Planificación, Julio de Vido, el supuesto ‘cajero’ de los negocios entre Báez y Néstor Kirchner.

“Los bolsos negros con la plata los recibía Daniel Muñoz... Esos bolsos llegaban ahí por alguien. Mientras estuve vi a Lázaro Báez, Cristóbal López, (Enrique) Eskenazi (la familia que fue accionista de Repsol YPF)”, dijo Quiroga.

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La exasistente personal de Kirchner incluso ratificó que el entorno del santacruceño solía pesar el dinero para saber cuánta plata transportaba hacia el sur, tal como había contado el financista Leonardo Fariña en una cámara oculta: “Ellos simplemente me decían: ‘Tomá, decime cuánto pesa’, pero nunca me dejaron abrir ni sacar nada”, dijo Quiroga, según reseñaron los medios argentinos.

La familia presidencial también recibió lingotes de oro que le hacía llegar el cuñado de Armando Mercado, exesposo de la ministra Alicia Kirchner, desde el norte del país, donde tuvo vínculos con empresas mineras, dijo Quiroga.

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Quiroga trabajó de cerca con Kirchner, de quien fue además colaboradora cuando fue gobernador, locutora en la gestión en Santa Cruz y estuvo a cargo del área de prensa.

Cuando Kirchner llegó al poder en el 2003, la integró a su equipo en el gobierno, donde asumió como jefa de Documentación Presidencial y laboraba a pocos metros del despacho presidencial, cargo del cual fue retirada tras la muerte del mandatario por Fernández.

En su denuncia al programa de Lanata, Quiroga también reveló que escuchó varias conversaciones sobre la construcción de bóvedas con puertas grandes y blindadas en la casa de los Kirchner, en Calafate.

Se trató del cuarto capítulo en el que Lanata desnudó las supuestas irregularidades que implican a los Kirchner. En el primer programa del pasado 14 de abril, el periodista argentino expuso una investigación que involucraba a Lázaro Báez con Néstor Kirchner y con el lavado de unos $ 70 millones, distribuidos en paraísos fiscales.

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Desde que Néstor Kirchner entró al poder, la familia presidencial multiplicó su fortuna durante siete años, de 1,5 millones de dólares, según declaraciones patrimoniales en el 2003, a 11,1 millones de dólares, en el 2008, repartidos en varios bancos y 23 inmuebles, publicó ayer el diario español El País.

En medio de denuncias por el presunto blanqueo de capitales, ayer, el gobierno elevó al rango de secretaría de Estado la Unidad de Información Financiera, encargada de investigar maniobras de lavado de dinero.