Al menos a diez funcionarios judiciales de Manabí, entre jueces y fiscales, les fue pedida la renuncia argumentando errores en sus actuaciones y esos pedidos ya fueron remitidos a la Corte Nacional de la Judicatura (CNJ) en Quito; pero ya dos funcionarios fueron cesados la semana anterior por “error inexcusable”.

Esto, luego de que ambos representantes judiciales otorgaron una medida cautelar a un presunto delincuente que tras ser liberado habría organizado un ataque al Comando de Policía de Tarqui, en Manta, para ayudar a liberar a otra persona con la que supuestamente asaltó un local de electrodomésticos de esta ciudad.

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Ayer, Carlos Delgado, presidente de la Corte de Justicia de Manabí y quien estaba encargado de la delegación de la CNJ en esta provincia, confirmó la salida de esos funcionarios bajo la figura de “error inexcusable”.

El juez cesado fue José Pillasagua, del Juzgado 15º de Garantías Penales de Manabí, al igual que el fiscal Henry Villacís. Ambos dieron medida sustitutiva a José Espinales, que en abril del 2012, supuestamente con Carlos Alarcón, habrían atracado el local Créditos Económicos en Manta. Alarcón tuvo orden de captura, pero a horas de dictarse esa orden, aparentemente Espinales, con otra persona, habría atacado ese comando policial –donde estaba recluido Alarcón–, para liberarlo, lo cual no se dio.

Esto y el hecho de que Pillasagua haya dado esa medida cautelar generó el reclamo de José Serrano, ministro del Interior, quien dijo que denunciaría el accionar del juez.

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Delgado negó que el anuncio de control disciplinario hecho por Serrano haya incidido en estas salidas.

Pillasagua había indicado que él no pidió orden de prisión porque Villacís no la solicitó.