Francia e Italia pidieron este miércoles a la Unión Europea (UE) que ponga tanto empeño en el crecimiento como en la estabilidad financiera, para poder enfrentarse a la "pesadilla" del desempleo, y tendieron la mano a Alemania.

La UE debe "poner el mismo empeño en el crecimiento que en la estabilidad (financiera) de la Eurozona", llamó el presidente francés, François Hollande, en una conferencia de prensa con el nuevo jefe de gobierno italiano, Enrico Letta.

"Lo que está en juego no es sólo la idea de Europa, sino la estabilidad política en nuestros países", advirtió Hollande, que también hizo hincapié en su compromiso con el control presupuestario.

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"Si no constatamos que Europa quiere decir bienestar, oportunidades, crecimiento, si consideramos que Europa es una mala madre, esto va a provocar un gran problema democrático porque los ciudadanos van a reaccionar contra esta Europa", advirtió Letta, que recordó la "verdadera pesadilla" del desempleo.

Mientras la Eurozona alcanzó en marzo la cifra récord del 12,1% de desempleo, -con Grecia (27%) y España (26%) a la cabeza-, en Italia la desocupación juvenil alcanza el 38%.

Por eso Hollande defendió que "la trayectoria presupuestaria debe estar adaptada a la realidad del crecimiento", en referencia a los países europeos sometidos a fuertes recortes -que incrementan el desempleo- para reducir su déficit.

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Francia, con un 11% de desocupación, tuvo que retrasar un año, a 2014, la disminución de su déficit por debajo del 3%, mientras España lo retrasó dos años.

Ambos mandatarios llamaron además a crear urgentemente una unión bancaria en la UE para luchar contra el desempleo. Para ello, la "principal condición" es permitir que las empresas se beneficien de tasas de interés bajas, según Letta.

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"Por eso creemos que la unión bancaria (...) está ahí, lo hemos decidido, hay que hacerlo, no hay que perder tiempo" y "es el primer gran punto de solución, de éxito", apremió.

"Si queremos facilitar liquidez a nuestras empresas, si queremos que el banco central pueda intervenir en buenas condiciones, tenemos que llegar una la unión bancaria según el calendario previsto", añadió Hollande.

Francia e Italia quieren que ese sea el tema central de la próxima cumbre europea, en junio, en la que pretenden conseguir avances concretos, frente a una Alemania que tras haber dado su acuerdo de principio, no parece muy convencida.

Los dirigentes europeos acordaron en diciembre las grandes líneas de una supervisión única de los bancos en la Eurozona, bajo la dirección del Banco Central Europeo (BCE), a partir de marzo de 2014.

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Se trata de una primera etapa hacia una unión bancaria, que deberá poner en marcha un mecanismo de desmantelamiento de los bancos en quiebra y establecer una garantía a los depósitos a la que se opone Alemania.

Por el momento, sólo se han fijado las modalidades y el calendario del supervisor bancario.

Hollande también enfatizó que su país y la vecina Alemania deben "trabajar juntas" aunque tengan diferentes "sensibilidades", en referencia a sus diferencias sobre cómo atajar la crisis económica.

"Con (Angela) Merkel, siempre hemos hecho prevalecer ese punto de vista", subrayó, en momentos en que algunos socialistas franceses piden una "confrontación" con la canciller alemana, defensora de las políticas de austeridad frente a las medidas para el crecimiento que reclaman los países más afectados por la crisis.

Letta dijo al respecto que "comparte la misma relación amistosa con François (Hollande) que con Merkel".

"Si encontramos soluciones buenas para nosotros, serán buenas para Alemania", aseguró.