Marchas de oficialistas y oposición siguen rutas separadas. Elgobierno de Maduro dice que oposición tiene un plan para desestabilizar.

La conmemoración del Día del Trabajo en Venezuela reflejaba este miércoles la polarización y el temor a confrontaciones en el país petrolero, con los seguidores del Gobierno y de la oposición marchando por rutas alejadas entre consignas políticas que opacaban la habitual defensa a derechos laborales.

Las concentraciones comenzaron en calma pese al ánimo caldeado dejado por la trifulca la noche anterior en el parlamento, que dejó al menos 11 diputados heridos, luego de que la mayoría oficialista vetó el derecho de palabra de los representantes de la oposición hasta que no reconozcan a Nicolás Maduro como el mandatario legítimo.

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El Gobierno de Maduro, quien ganó la presidencia el 14 de abril con una muy estrecha diferencia, llamó a sus seguidores a las calles del oeste y centro de Caracas para celebrar las luchas sindicales y mostrar su rechazo a su adversario político Henrique Capriles, quien se niega a reconocerlo como mandatario.

Por su parte, simpatizantes de la oposición tomaban el este de la capital entre reclamos por una prometida auditoría de los resultados de los comicios y en rechazo a la detención de un general retirado opositor acusado de incitar la violencia postelectoral.

Maduro tomó la decisión de cambiar la ruta de la movilización esta semana, para evitar en encuentro de las concentraciones.

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"Capriles: Asesino fascista", se leía en las pancartas de la concentración chavista.

La oposición dijo que en los choques del martes resultaron heridos al menos ocho parlamentarios de sus filas por golpes dados con puños y con objetos contundentes, mientras el chavismo denunció tres diputados heridos.

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ONU vuelve a llamar al diálogo
"Es mejor hablar los unos a los otros y resolver las diferencias a través del diálogo", afirmó hoy ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.

El pasado 19 de abril, el portavoz dijo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, está siguiendo de cerca los acontecimientos en Venezuela después de las elecciones del 14 de abril.

Entonces, Nesirky ya dijo que el máximo responsable de Naciones Unidas espera que cualquier protesta que tenga lugar en Venezuela se haga "de forma pacífica".