El Gobierno adoptará una postura formal ante la acusación que pesa contra su embajador en Perú, Rodrigo Riofrío, basado en la información que recoja el vicecanciller Marco Albuja.

Albuja, quien está en Lima desde ayer (fue recibido por una escolta privada y no dio declaraciones a la prensa), prevé reunirse con el canciller peruano, Rafael Roncagliolo, para conocer detalles “del incidente”.

Dos mujeres denunciaron en un programa de televisión que fueron agredidas por el embajador Riofrío mientras realizaban compras en un supermercado, el pasado domingo.

Publicidad

El aludido manifestó en un comunicado que él y un familiar se defendieron tras haber recibido una “agresión física”.

Además, calificó el suceso como un “incidente personal”, una “situación no deseada, ni provocada por mí”, y pidió disculpas al pueblo peruano.

El canciller Ricardo Patiño escribió ayer en Twitter (@RicardoPatinoEC) que lamentaba lo sucedido, y anunció el viaje de Albuja “para contar con información directa y tomar decisiones”.

Publicidad

Tres expertos en diplomacia dijeron no compartir del todo esta decisión, pero que no creían que lo ocurrido afectaría las relaciones bilaterales.

El excanciller Heinz Moeller opinó que lo procedente hubiese sido que el ministro de Relaciones Exteriores dispusiera al embajador su traslado a Quito para explicar lo sucedido, antes que enviar al vicecanciller.

Publicidad

Él sostuvo que el hecho es “evidentemente bochornoso” para Ecuador, pero que no pone en riesgo la amistad que ambas naciones tienen de manera sostenida desde 1998, cuando firmaron la paz luego de años de un conflicto fronterizo.

El exvicecanciller Marcelo Fernández de Córdoba coincidió con Moeller, pero agregó que ahora Ecuador debe acoger la petición del país anfitrión, esto es, remover a Riofrío.

Dijo que la solicitud de Perú debe entenderse como una declaración de persona no grata, aunque el pedido no incluya dicho calificativo. Incluso el Municipio de Magdalena, distrito donde ocurrió el incidente, ayer declaró así a Riofrío.

Fernández comentó que el “exabrupto” de Riofrío quizás es percibido como una ofensa porque se espera que alguien con dicho cargo diplomático mantenga “una compostura adecuada” ante toda situación.

Publicidad

El exembajador de Ecuador en España, Antonio Parra Gil, dijo que tampoco compartía la decisión de enviar al vicecanciller a Lima, pero porque ello era sobredimensionar un incidente que no era de carácter oficial sino personal. Que el Gobierno incluso pudo haber llamado vía telefónica a Riofrío para que exponga su versión.

El canciller peruano resaltó ayer “el gesto” de enviar a Lima al vicecanciller Albuja. Roncagliolo subrayó que esto “permitirá informarle detalladamente de esta situación”, según la agencia AP. Indicó, además, que “este hecho de naturaleza personal” no afectará las relaciones bilaterales.

Los expertos consultados por este Diario indicaron que la actitud de Riofrío podría ser sancionada, aunque no quisieron adelantar criterio.

La Ley Orgánica de Servicio Exterior contempla varias medidas disciplinarias, que van desde la amonestación verbal hasta la destitución de la carrera diplomática.
 

 

Reacciones: En la Asamblea
Relaciones Internacionales

La legisladora Linda Machuca (AP), quien integra la Comisión de Relaciones Internacionales, dijo que esperarán las investigaciones sobre el caso para analizar posibles acciones en la mesa.

Investigación
Los asambleístas Paco Moncayo (Ruptura) y Cynthia Viteri (PSC-MG) coincidieron en que el embajador debe venir al país para contar su verdad y advirtieron que, de ser ciertas las denuncias, podrían afectar de por vida su carrera. Lourdes Tibán (MPD-PK) consideró que es un tema delicado y debe investigarse.