Con un ligero dolor de barriga llegó ayer Magdalena Zambrano Rodríguez a cumplir con un día más de trabajo en una cafetería ubicada en el primer piso del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, de Guayaquil.

Eran las 06:20 de ayer. La mujer, quien tenía 34 semanas de embarazo gemelar, llegó presurosa al local porque ya tenía veinte minutos de retraso.

“Apenas llegué fui al baño, comencé a sentir la cabeza de la bebé, como que se me venía. Yo no sabía cómo era esto, así que pedí auxilio y una señora de limpieza que estaba en el baño le avisó a mi jefa y a la doctora del centro médico del aeropuerto. Ella llegó, me atendió y recibió a mi bebé. También había otras personas que no conocía y que no recuerdo por el dolor”, contó sonriente la madre primeriza, mientras descansaba en una de las salas del hospital maternidad gineco-obstetra Enrique Sotomayor.

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Patricia Macías, doctora del centro médico del aeropuerto, señaló que llegó un minuto después de que le avisaron por radio, a las 06:45. “Llevé los instrumentos médicos y los campos –especie de toallas– estériles que son desechables y que se utilizan para este tipo de emergencias... A las 06:47 nació la primera niña en buenas condiciones”, expresó.

Martha Bowen, jefa de Zambrano y quien también acudió a colaborar, sostuvo a la bebé en los brazos y, por recomendaciones de la doctora, le daba suaves palmadas en la espalda para estimularla a que respire.

A los pocos minutos trasladaron a Zambrano y a su hija en la ambulancia del centro médico. En el camino, a las 06:56, nació la segunda bebé en posición podálgica (de nalga). “No hubo ninguna complicación, a pesar de la posición en la cual nació la segunda bebé”, indicó Macías.

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En menos de diez minutos llegaron hasta la maternidad. La primera niña, que se llama Alexa Valentina, pesa 1.744 gramos y tiene una talla de 41 centímetros; y la segunda, Angelina, con 1.471 gramos y 38 centímetros.

Ambas tuvieron dificultad leve y moderada para respirar, según explicó Luis Hidalgo, director del hospital, quien agregó que Angelina se encuentra en cuidados intermedios del área de Neonatología.

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La hermana de la madre primeriza, Isabel Zambrano, acudió a visitarla y la abrazó fuertemente por varios segundos. “Un cuñado me llamó y me dijo que mi hermana estaba en la televisión y había alumbrado. Me vine rápido y recién la puedo ver (12:00). Ya estoy más tranquila y feliz porque todas están bien”, comentó.

Como aún faltaba un mes para que le programaran la cesárea, Zambrano aún no les había comprado ropa a las bebés, por lo que su hermana antes de visitarla adquirió varias prendas para sus sobrinas.

Mientras observaba emocionada y sonriente las prendas rosadas y blancas, Magdalena Zambrano, de 28 años, expresó que aunque es madre soltera luchará por sacar adelante a sus hijas, a quienes las vio y tocó al momento de nacer. Está ansiosa de tenerlas nuevamente.

Textuales: Lo que se comentó
Magdalena Zambrano
Madre de las gemelas
“Me faltaba un mes, como soy primeriza no sabía que esos dolores eran contracciones...”.

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Martha Bowen
Jefa de Zambrano
“Estaba nerviosa, todo fue rápido, pero gracias a Dios salió todo bien. La doctora estuvo ahí y me dio a la bebé, la estimulé para que respire”.