La Aerovía es una realidad en Guayaquil y marca el inicio de una nueva era en transportación pública, pues se trata de un sistema aerosuspendido concretado por el Municipio después de 39 meses de la suscripción del contrato con la compañía multinacional Poma, la primera en el mundo en sistemas teleféricos, según Camilo Ruiz, administrador del nuevo modelo.

Con una inversión de $ 134 millones y afrontando en este 2020 retrasos a causa de la pandemia del COVID-19, la nueva apuesta en movilidad iniciará operaciones el lunes 21, en el horario de 05:00 a 23:00.

El sistema dispone de 154 cabinas, cada una con capacidad para diez pasajeros, pero para prevenir contagios del virus accederán cinco o seis usuarios por unidad, las que surcarán lento el río Guayas, a una velocidad de 17 kilómetros por hora, permitiendo apreciar el turístico malecón Simón Bolívar.

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La Aerovía dispone de cinco estaciones, pero habrá cuatro paradas. El circuito empieza en la estación Centenario, situada en las avenidas Quito y 9 de Octubre; luego llega a Julián Coronel, en Julián Coronel y Quito; de ahí sigue Cerro del Carmen, en la loma de igual nombre (ahí no se embarcan ni descienden pasajeros); después a Cuatro Mosqueteros, en Malecón Simón Bolívar y Loja; y termina en Durán, en el malecón Abel Gilbert.

La Aerovía cuenta con un puesto de mando de donde se monitorea, a través de cámaras, la actividad de usuarios en las paradas y en cada cabina. El administrador Ruiz indicó que los usuarios pueden activar botoneras en caso de algún reporte de comportamiento inadecuado o por asunto médico.

Como ocurre en la Metrovía, los pasajeros necesitan de una tarjeta recargable. Estará incluida al comprar $ 2 de saldo.

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El sistema puede transportar a 5.200 pasajeros por hora, por lo que la proyección es que al día se movilicen entre 35.000 y 40.000 usuarios.

El contrato de la Aerovía fue firmado el 8 de septiembre de 2017 y la adjudicataria fue el consorcio Poma-Sofratesa. (I)