Jhon Solís vive el sueño ecuatoriano en su máxima expresión. En su local de pinturas, ubicado en las calles 17 y Francisco de Marcos, atiende con éxito a sus clientes que regresan siempre por su buena atención.

Pero no todo fue fácil, si bien toda su vida estuvo relacionada a las pinturas, contar con su local propio requerió de bastante sacrificio y determinación.

“Yo siempre trabajé con mi familia en tiendas de pintura, todos eramos expertos, pero era complicado porque debíamos contar con un capital y tener la confianza de los proveedores, por suerte Pintuco fue uno de los primeros en estar ahí”, afirmó.

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Gracias al apoyo incondicional de su esposa, Solís se decidió y ahora da trabajo no solo a su familia inmediata, sino también a su hermano, sobrinos y cuñada.

“En parte es una ventaja que todos seamos familia, aunque no lo crea aquí los clientes les gusta eso porque saben que somos personas buenas y que nos esmeramos por complacer al que necesita pintura”, agregó.

Solís asegura que en ocasiones los clientes llegan ‘cabezones’ porque en otras tiendas no les dan el color que ellos buscan; es ahí, cuando sale a relucir la experticia de su familia para dar en pocos minutos con el tono que el comprador tanto busca.

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“A nosotros nos caracteriza que no demoramos mucho en dar con los tonos”, afirmó Solís.

Al preguntarle sobre el nombre de su local, ‘Color Revolution’, Solís soltó una sonrisa, “me di cuenta que la palabra revolución estaba de moda hace cinco años, así que me di cuenta que nosotros revoluciamos los colores y así nació.

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Siempre la más vacía
Si quieres pintar toda la casa, ¿qué habitación será la primera? Lo ideal es despejar al máximo las estancias. Si pintas primero la más vacía, te servirá para liberar el resto y facilitarte el movimiento después.

Recuerda tener todo
Prepara el material. Comprueba si lo tienes todo: cinta de pintor, plástico y papel protector, masilla, lija, espátula, rodillo grande y pequeño, cubeta para rodillos, paletina, pintura y esmalte. No olvides nada. (F)