En una semana el alcalde José Yúnez tiene previsto organizar una reunión con miembros de la Asociación de Propietarios de la Lotización Hipódromo Buijo, para llegar a una solución sobre la petición de estas personas para la construcción de vías de acceso a los terrenos que compraron hace 40 años y en los que aún no han podido edificar su casa.

En la lotización El Buijo, de 1.250 metros cuadrados, km 10,5 de la vía a Samborondón, hay unos 900 terrenos, cada uno con diferente metraje, comprados, entre 1978 y 1980, a la Cía Agrícola Buijo S.A.

El camino de ingreso es de tierra y piedras, no hay señalización, concreto ni líneas marcadas en las calles, solo se ven arrozales.

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Inés Hernández, miembro de la asociación, cuenta que a inicios de julio seis propietarios de estos terrenos, en representación de la asociación, intentaron tener un acercamiento con el alcalde, quien a su vez los derivó con César Haro, director de Ordenamiento Territorial, para encontrar una solución.

Él les presentó un plan piloto en el que se establece que el Municipio se compromete a construir vías de acceso para que los propietarios puedan rellenar sus terrenos y edificar en ellos, siempre que se cumplan algunas condiciones. Una, es que los propietarios acepten la reducción de las áreas de sus terrenos en la medida que la nueva vialidad lo requiera, la segunda es que cada uno pague la contribución especial de mejoras implícitas en la acción municipal.

“Lo ideal sería que el grupo se unifique y sea más numeroso para poder determinar el plan de construcción de vías de acceso, pero como en todo este tiempo no han logrado organizarse mejor vamos a ver la forma de trabajar con los que están, por secciones en el terreno, nuestra intención es poder ayudarlos”, agrega Yúnez.

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Hasta el momento se mantiene en 100 el número de personas que integra la asociación que se formó hace más de 20 años, de los más de 2000 propietarios que son en total.

Según Ramón Cedeño, presidente de la asociación y representante legal, se está trabajando en aglutinar más personas.

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Antecedentes
Ivonne López, miembro de la asociación, cuenta que el problema con estos terrenos se dio desde el inicio. “Cuando se vendieron los terrenos y la mayoría de las personas había cancelado casi todas las letras, la empresa desapareció, y cuando quisimos reclamar las escrituras descubrimos que los terrenos estaban hipotecados”. Según el contrato, el valor del terreno fue de 80.000 sucres el metro cuadrado.

El pago se realizó de la siguiente forma: 5.000 sucres se pagaron al contado al momento de firmar el contrato, además se entregó un cheque por 5.000 sucres más, para completar la cuota de entrada; y por último se dieron sesenta pagarés por 1.500 sucres cada uno, que debían pagarse en un plazo de 5 años.

Luis Rendón, otro propietario, asegura que todos aquellos que reclamaron las escrituras de sus terrenos pagaron 30.000 sucres más, por solar, a un banco local, para poder obtenerlas. (I)

Lo ideal sería que el grupo estuviera más organizado y fuera más numeroso, sin embargo, vamos a trabajar con los que están, nuestra intención es poder ayudarlos”.José Yúnez, Alcalde