La brisa que proviene del río Babahoyo golpea su rostro que luce relajado, sereno. Parece que está adormitada, pero no es así, ella percibe el aroma de los árboles, medita en postura del muerto (savasana). Sigue cada instrucción que recibe de la guía, cuya voz se escucha como una armonía al fusionarse con una música suave, que son cantos devocionales.

Mercedes Guime, de 73 años, está acostada boca arriba con una postura recta y los brazos junto al cuerpo, en un espacio de la Escuela de Auto-Realización (AEA), uno de los dos sitios en el que durante el último fin de semana se realizaron actividades relacionadas con yoga; el otro fue dirigido a niños y fue en el Village Plaza. Mercedes participó alrededor de las 10:30 del sábado 26 en el taller de hatha yoga denominado Explorando tu espacio interior.

El yoga es una ciencia que se imparte en varios lugares en el sector. Sus propietarios y quienes los dirigen coinciden en que cada vez hay más interés por aprender; entre las causas más destacadas está la búsqueda de la relajación y liberación del estrés y preocupaciones, y hasta para estar en forma.

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Mercedes decidió aprender yoga hace más de dos años, luego que falleció su esposo. “Buscaba paz en medio de esa situación tan dura que estaba pasando, me siento totalmente liberada ahora”, expresa mientras se acomoda la camiseta.

A las 11:00 del mismo día, padres de familia llegaban en compañía de sus hijos al Village Plaza. Los pequeños entraron en un área que se cerró con un cordón por seguridad, hicieron una ronda y empezaron a moverse con diferentes técnicas de yoga.

Los padres estaban emocionados. Paola Petersen grababa con su celular a su hija Samantha Ávila, de 5 años. “Me gustó la idea, yo no practico, pero conozco bien los beneficios que genera como la relajación, y a ella le hace bien porque tiene muchas actividades en la semana”, indica Paola.

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Bases espirituales
Una de las escuelas con mayor trayectoria del sector es AEA. En Samborondón está desde 1991 y cuenta con siete niveles de estudio de yoga y de cristianismo.

María Isabel Crespo de Lebed, instructora, socia y miembro del directorio, dice que la institución tiene como principal fin la enseñanza o práctica de meditación.

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Los estudiantes aprenden lo relacionado con el desarrollo integral: cuerpo, mente y espíritu, hatha yoga, relajación, ejercicios de concentración y energetización, y además de la ciencia de la respiración. “A través de la respiración controlada también logramos un estado de bienestar total”, explica María.

En AEA mantienen un promedio de 200 nuevos alumnos por año. El fundador fue el padre César A. Dávila.

En el sitio quienes enseñan son voluntarios. Uno de los instructores, Henry Toral, dice que a él lo que más lo motivó a entrar a las clases de AEA, primero como estudiante, fue que su fundador sea un líder católico. “Eso de un sacerdote con una práctica oriental me llamó tanto la atención”, asegura Henry.

Al taller del sábado pasado asistieron un 40% de personas nuevas, es decir que antes no habían visitado AEA. “La charla era sobre el espacio interior y se veía cómo llegaron a esa meta. Las posturas de yoga tienen un aspecto físico, pero también psicológico que llevan a lo espiritual”, explica el instructor.

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Integración y fiesta
En la etapa La Serena de Ciudad Celeste (km 9,5) las clases de yoga son una oportunidad para pasar tiempo con amigas mientras se trabajan las técnicas y posturas.

Empezaron en el 2014, asisten 25 alumnas. La enseñanza la imparte Maggie Murillo, quien empezó sola en una pérgola de la urbanización, luego se fueron sumando amigas y otras residentes.

En su mayoría, las alumnas son señoras que no iban a un gimnasio y quedaban solas en casa después de que sus hijos se iban a la escuela.

Ellas también participan en ceremonias de purificación de yoga. Se visten de blanco, usan rosas, agua y manzana; esto lo realizan dos o tres veces al año. “A cada persona se le va poniendo los pétalos de rosas en la cabeza, eso representa bendiciones que le están cayendo. El agua se toma cuando se termine de meditar para limpiar el alma, cuerpo y la mente. La manzana se utiliza como el alimento”, dice Maggie.

También enseña yoga terapia. “Están tranquilas, meditan, respiran y hacemos ejercicios para molestias físicas como dolores de rodillas o de hombros, el tener alivio a las dolencias es un incentivo para las participantes, que en su mayoría son mayores de 40 años”, explica Maggie.

Terapia
La terapia a través de yoga es una motivación para Alejandra Cardona, dueña de Breathe Yoga Studio, un espacio que funciona en la plaza comercial Mallorca Village, en el km 3 de la vía a Salitre. En sus clases los alumnos reciben terapias personalizadas para diferentes enfermedades.

Alejandra indica que el yoga terapéutico mejora la circulación sanguínea, el sistema respiratorio, apoya la mejora de los estados de alergia, regula el sistema digestivo. En la práctica se le da especial relevancia al alineamiento corporal en las posturas de yoga, y puede haber mayor uso de apoyos (como mantas, cinturón o incluso si hace falta la pared).

Pero aunque en el sitio se le da mayor énfasis a este tipo de práctica, también se practican otras formas. “Hacemos desde posturas simples hasta complejas, ayudándole al alumno a armonizar los diferentes componentes del cuerpo: esqueleto, músculos, articulaciones y órganos. La dinámica de la práctica de posturas varía desde secuencias vigorosas, hasta secuencias pausadas o fluidas, pero siempre profundas, nuestra enseñanza es progresiva y cuidadosa”, explica Alejandra.

Innovando
Otro de los sitios del sector en los que también se dictan clases de yoga es en Yoga Shala, ubicado en el edificio Business Center. Ana Margarita Nevárez, fundadora y propietaria, buscó el yoga porque quería relajarse y encontrar un poco de paz. En el sitio hay clases de yoga terapéutico, hatha yoga, power yoga, vinyasa ( unión de respiración con movimiento).

Algo que le hace diferente a otros espacios de yoga es que cuentan con hot yoga, para el que se utiliza un calefón para subir la temperatura a 40 grados centígrados en un cuarto. “Es una clase desintoxicante, sudas y empiezas a limpiar. Después de un tiempo va a sentir la piel limpia, si se alimentan correctamente bajan de peso”, señala Ana.

También aero yoga, que se realiza con un implemento tipo columpio. En Yoga Shala hay unos 100 alumnos. En todas las escuelas de yoga del sector, el número de estudiantes crece cada año. (I)

Música
Hoy, a las 19:30, estará Juan Lucangioli, músico argentino, en AEA, en una ‘Fiesta para el alma’

Yo busqué yoga porque quería paz, necesitaba ayuda después de la muerte de mi esposo, he superado el dolor. Hacer yoga me ha cambiado la vida, ya es parte de mí”.Mercedes Guime, Estudiante