El tomar helado se ha sumado a las costumbres de los guayaquileños a la hora de comer, en especial en las tardes y noches. Hay un gran interés de los consumidores por los de yogur, que además se acompañan con jaleas, frutas, golosinas, licores, waffles y cereales. Directivos de tres marcas relatan sobre estos negocios a los que les apostaron y lograron éxito.

La demanda por estos helados ha hecho que estos locales se incrementen y estén presentes con distintas marcas nacionales y extranjeras. Muchas de ellas están en el norte de la ciudad, entre estas: Yogurt Yooy, Frozuy, Yala, Below Zero, Fru Love, Greenfrost, Smooy, Llaollao y Turkey.

Karla Isaza Navas, de 24 años, dueña de Greenfrost, cuenta que fue la primera en abrir una heladería de yogur en Urdesa. Hace cinco años se instaló en la calle Víctor Emilio Estrada 804 y ahora cuenta con cinco locales repartidos en otros puntos de la ciudad y espera abrir otros más adelante, en la vía a la costa y en Samborondón.

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Ella recuerda que la idea de poner la heladería surgió mientras buscaba trabajo y estudiaba Comunicación Social en una universidad de la ciudad. Por sugerencia de su abuelo materno se decidió en poner un negocio propio.

Dice que en su ciudad natal, Santo Domingo, siempre consumía el helado de yogur de Greenfrost y tras hacer un recorrido por Guayaquil se dio cuenta de que no había ese tipo de propuesta. Fue así como habló con el propietario de la marca y adquirió la franquicia.

Con asombro anota que ha sido tanta la acogida, que sus abuelos maternos y sus padres tuvieron que venir a vivir en Guayaquil para ayudarla en el negocio.

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La joven dice que empezó con pocos clientes, pero que estos fueron aumentando y que entre los que acuden a sus locales están niños, jóvenes y adultos. La mayor afluencia es en las noches, señala.

Los helados que venden son de yogur natural, no tienen sabores añadidos y los acompaña con las frutas a elección de los clientes, que pueden ser kiwi, durazno, frutilla, guineo, sandía. También cereales como la granola, hojuelas de maíz o golosinas. Entre los aderezos están jalea de chocolate o cereza, menta, entre otros. Los precios van de dos a tres dólares.

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Por su parte, Lissete Chiquito empezó hace seis meses con un local en la ciudadela Miraflores, en la avenida del mismo nombre. Debido a la alta demanda en su heladería Turkey Autentic Frosen Yogurt, familiares suyos le pidieron que les dejara poner locales iguales en otros sitios, entonces ella creó la franquicia.

“Con mi hermano empezamos con la distribución del yogur a las otras heladerías. Ahora somos seis heladerías. En Guayaquil hay tres, una en Samborondón, dos fuera de la ciudad que están en La Concordia y en La Unión (Esmeraldas)”, comenta con satisfacción Lissete.

Su producto consiste en un helado de yogur natural con pulpa de frutas que cada semana varía según la demanda de los clientes. Entre los sabores están el frutibanano, guayaba, mango, naranjilla. “Quisimos innovar agregando waffles, brownie”, anota.

Ella cree que el gusto de las personas por este tipo de productos se debe a que están hechos con ingredientes muy saludables que le aportan beneficios a la dieta.

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Dice que le pusieron Tukey porque el yogur es originario de Turquía y Autentic Frozen Yogurt, porque el yogur que ofrecen lo es con una fórmula creada por su hermano Richar Chiquito y es cien por ciento natural.

“El ya lleva muchos años innovando en eso y mi cuñada que es española también ha trabajado en este tipo de heladerías, entonces poco a poco se han ido empapando de cómo poder mejorar el producto”, indica Lissete.

En su local, que abre desde las 14:00, la mayor afluencia de clientes es en la noche. Ella cree que esto ocurre porque los clientes salen del trabajo y quieren servirse un helado como merienda, o las familias salen a comer algo y luego se sirven un helado.

“La gente está consciente de que el helado no los va a engordar, más bien serían los adicionales que le van a poner, pero eso ya lo elige el cliente, si quiere ponerle una golosina o algo saludable, como lo es una fruta”, explica.

Otro helado que se ha posicionado en el mercado es Below Zero. Esta marca cuenta con diez locales, entre ellos uno en San Marino y en la vía a la costa.

Jorge Yépez, responsable de la marca en Ecuador, dice que esta nació en el 2008 en Miami, Estados Unidos, creada por un grupo de jóvenes colombianos con esposas ecuatorianas que luego se extendieron a Ecuador con una tienda en el centro comercial las Terrazas (Samborondón), luego a Plaza Lagos y después a otros puntos y próximamente en City Mall.

Ellos ofrecen un helado frozen yogur que va acompañado con diferentes adicionales, también tienen paletas artesanales con diferentes sabores.

Jorge dice que empezaron con el frozen yogurt, pero con el tiempo se dieron cuenta de que la tendencia iba cambiando, entonces comenzaron a hacer más innovaciones, entre ellas los smoothies (batidos de frutas), la paletería, con la que empezaron hace dos años.

“Con las paletas tenemos la de yogur, de crema, con variedades de sabores. Adicional tenemos galletas artesanales. Y algo nuevo que estamos sacando es una hamburguesa de helado, que consiste en un pan suave de sal combinado con una bola de helado y una jalea light”, dice el directivo.

Cynthia Castro, nutricionista, indica que la demanda de este tipo de productos se debe a que hay más personas interesadas en darse un gusto al paladar y no correr el riesgo de que afecte su dieta, pero que también hay que tener cuidado en no excederse con los agregados.

Ana Galarza, una secretaria cliente de uno de los locales antes citados, señala que estos helados son una buena alternativa como postre y que no solo lo pueden consumir los adultos, sino también los niños y las personas mayores. (I)