Las salidas en familia al cine 9 de Octubre para ver películas cómicas como La India María son el mejor recuerdo de la infancia de la actriz y presentadora Gabriela Pazmiño.

“Ahí comía canguil, las tradicionales manzanas acarameladas y el algodón de azúcar; era el cine popular donde iban todos los guayaquileños, años después abrió el cine Maya y el del Policentro, donde iba cuando era adolescente”, explica con una sonrisa.

Con 28 años en la televisión, Pazmiño asegura sentirse orgullosa de haber nacido en la Perla del Pacífico, aunque señala que sus padres son manabas. Ella cree que esta es la mejor ciudad para criar a sus hijos. “Sigo viviendo en el mismo sector de mi infancia, yo me crie en la Kennedy Vieja y ahora vivo con mi familia en la cdla. Kennedy Norte”, dice.

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Recorriendo el mercado artesanal sur, donde acudió para comprar un recuerdo para una amiga, Pazmiño dice que no hay nada mejor como el producto nacional.

La exasambleísta no duda en fotografiarse con quienes la reconocen y saludan en la calle. Dice que en esos contactos con la gente puede ver que el guayaquileño es amable, atento y hospitalario.

Ama comer y entre sus platos favoritos están el arroz con menestra, la guatita, los patacones, el seco de chivo, los caldos de salchicha y de bola.

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“Suelo comer en el hotel Continental, es un lugar tradicional que no pasa de moda, pero recuerdo que cuando era chica me llevaban al Chifa Mundo, donde los domingos uno se encontraba a medio Guayaquil ahí”, comenta.

Para ella es muy importante el apoyo que ahora brinda el Municipio a los emprendedores de las huecas, pues asegura que lo único que le falta a la comida local es la promoción como lo hizo Perú. “Nuestra comida es deliciosa y variada”, asegura.

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También destaca el respaldo a la cultura que ha permitido que los artistas que durante años hicieron teatro en las calles ahora estén en salas experimentales. “Me parece genial tener tantas opciones para salir a ver puestas escénicas, ahora existe el microteatro y hay varios lugares para deleitarse con arte local y barato”, expresa.

La actriz recuerda que entre sus primeros trabajos estaba cantar los números ganadores de Lotería Nacional en la plaza Rocafuerte. Además, cada tarde durante su adolescencia iba al centro para tomar sus clases de ballet en una academia de la Casa de la Cultura.

“Creo que el centro de Guayaquil guarda cierta magia, aunque se regenere hay lugares que no se pueden modernizar como Las Peñas, lo único que no me gusta de la regeneración es que hayan cerrado los parques, porque es un lindo recuerdo de mi niñez ver esos espacios abiertos.

Más allá de tener una linda infraestructura como ciudad, los guayaquileños somos muy abiertos, atentos, sabidos y hospitalarios.Gabriela Pazmiño, animadora

(I)

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