A miles de kilómetros de su patria cuatro venezolanos se ganan la vida en el negocio de la belleza. Ellos huyeron de la crisis política que afecta a su país y se asentaron en Guayaquil, donde a diario atienden, junto con dos colombianos, a niños, mujeres y hombres en el salón de belleza Beauty Designers, en Urdesa, Víctor Emilio Estrada y Jiguas.

En el local esquinero rodeado de paredes de vidrio que da hacia la calle, se mezclan con el ruido de las secadoras y las tijeras los acentos de los venezolanos Leandro Herrera, Ronald Neda, Miguel Manrique y Edibert Sojos y de los colombianos Edward Treviño y Claudia Milena.

También se siente el ambiente de camaradería que hay entre ellos y la cordialidad con la que atienden a todo el que ingrese al local, que está dirigido por Leandro.

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“Somos tres barberos, dos estilistas y una manicurista, los barberos somos venezolanos”, indica Leandro de 27 años, oriundo del estado Vargas, La Guaira.

Él cuenta que tiene dos años radicado en Ecuador, y que desde enero pasado trabaja en Beauty Designers, antes de eso tenía una barbería en la calle Costanera, en Urdesa.

“Me vine a Ecuador debido a la situación que vive Venezuela. Soy uno más de los que han salido de allá buscando un mejor futuro y, bueno, aquí gracias a Dios en estos dos años que he estado me ha ido bastante bien”, narra con cierta nostalgia el barbero.

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También con orgullo dice que este año quedó en segundo lugar en una competencia de barberos que se realizó en el edificio Las Cámaras, ubicado en la avenida Francisco de Orellana.

En tanto, su compatriota Ronald ganó el primer lugar en la competencia de barberos que se realizó el año pasado. Él es de Maracay, tiene 27 años y desde hace tres años y medio está en Ecuador. Dice que además realiza cortes para hombres y que todo lo aprendió en su natal Venezuela.

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Trabaja desde hace cinco meses en el salón de belleza.

Su compañero Edibert tiene 25 años y es oriundo del estado de Miranda, llegó hace cuatro meses a Ecuador directo a trabajar en el salón de belleza. Expresa que está muy a gusto y que todo lo que sabe sobre cortes para caballeros y niños, arreglos de cejas de damas, lo aprendió por su cuenta en Venezuela.

“Me gustó hacer esto y por eso aprendí”, cuenta mientras le corta el cabello a un niño.

A pocos pasos de él está sentado su compañero Edward, un bogotano de 36 años, que se especializa en los cortes de cabellos y los tratamientos. Él está radicado desde hace tres años y medio en la ciudad.

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En tanto, su compañero Miguel, un caraqueño de 30 años, además de ser estilista también maquilla. Dejó su país hace tres meses porque no tenía trabajo. Al llegar a Guayaquil se comunicó con una amiga que lo recomendó con la peluquería y empezó a laborar.

En el local la única mujer es Claudia, de 34 años y nacida en el Valle del Cauca, es madre soltera y desde hace siete meses labora en la peluquería.

Leandro cuenta que al local van más hombres que mujeres y que muchos de ellos acuden para que les corten el cabello, les arreglen la barba, que es lo que está muy de moda. Dice que los precios son económicos. (E)

Me vine a Ecuador debido a la situación que vive Venezuela. Soy uno más de los que han salido de allá buscando un mejor futuro y, bueno, aquí gracias a Dios me ha ido bien”.Leandro Herrera, Barbero venezolano.