Recordando sus más de 153 mil horas de vuelo y su valerosa labor en el terremoto del 16 de abril del 2016, la Aviación Naval celebró este viernes su aniversario 50 con una ceremonia donde además las autoridades de la provincia de Manabí condecoraron al estandarte de la institución.

Con el canto del Himno Nacional se dio iniciada la ceremonia que tuvo como escenario el hangar de la sede de la Aviación Naval ubicado al pie de la pista del aeropuerto José Joaquín de Olmedo (norte). Allí, varias de las naves de la institución se expusieron y se adornó el sitio con enormes banderas del Ecuador y de la Naval.

Uno de los primeros actos los cumplieron las autoridades manabitas presentes. El gobernador de Manabí Xavier Santos y el alcalde de Manta Jorge Zambrano condecoraron el estandarte de la Aviación Naval por su entrega a las poblaciones afectadas por el terremoto del año pasado. En la ceremonia además estuvo el prefecto de esa provincia, Mariano Zambrano.

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Posteriormente, los altos mandos navales hicieron varias reconocimientos. Se les hizo la imposición de insignias a Eduardo Martínez, Juan Guerrero, Marcelo Sáenz, Esteban Romero, Carlos Lugo, capitanes de fragata y corbeta de la institución. A su vez, Manuel Montoya fue reconocido por su rol de décadas en el mantenimiento de las naves.

Luego las autoridades navales, entregaron placas conmemorativas a Gonzalo Vega y Roberto González, excomandantes de la institución que forjaron parte de la historia de la aviación naval donde "cumplieron momentos de alegría y de firmeza gobernando el timón de la Aviación Naval", citaron en la ceremonia.

Finalmente, se hizo el develamiento de una placa conmemorativa a cargo del comandante de la Aviación Naval, Patricio Rivas, Capitán de fragata Estado Mayor junto a otras autoridades. Se resaltó sus más de 153 mil horas de vuelo con sus innumerables operaciones ejecutadas en los cielos de la Patria.

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En su discurso, Rivas recordó las labores que han cumplido desde la llegada de la primera nave en 1967 y sus primeros pilotos navales Germánico Olmedo y Jaime Puente. Entre otras tareas nombró sus tareas complementarias con el Comando de Operaciones Navales como vigilación maritima, 300 misiones de apoyo con el terremoto, participación en la guerra del Atún, del Cenepa y de Paquisha. Al final, instó a los marinos a reconocer su labor cívica con la ciudadanía que "es importante recordar que (la Aviación Naval) nace del pueblo y está para servir al pueblo", agregó. (I)