La música de diez bandas del país se mezcló con la oferta gastronómica, el arte y la naturaleza en el Festival del Lago que este año celebró su décimo tercer año de creación y cuenta con el aval del Ministerio de Cultura .

Chicos y grandes se juntaron el pasado sábado en Parque El Lago, ubicado en el kilómetro 23 de la vía a la costa (pasando el peaje), para disfrutar de un día para distraerse.

Alfredo Jaramillo, uno de los creadores del festival, indicó que la idea es que los artistas independientes de música rock en el país tengan un espacio para mostrarse al público, también los artistas en artes plásticas y visuales puedan expresarse.

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“Con esto se aprovecha mezclar la música y las artes visuales con la naturaleza. También decirles a las personas que sí puede haber música de gente joven en un espacio natural y que la gente lo respete y lo deje limpio”, indicó Jaramillo.

El festival se realizó de 11:00 a 22:00 y durante la jornada fueron apareciendo una a una las bandas invitadas para esta edición, las que se presentaron en un escenario en el área que da vista al lago.

Este año participaron Tayos Tayos Tayos, Cometa Sucre, Dr. Beta, Lorenzo Once, Boards, Matazar, El Extraño, Cactus Gamarra, Daw Pwn y Rocola Bacalao que fue la encargada de cerrar el concierto.

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Esta agrupación quiteña tiene 17 años de trayectoria, ha dado más de 600 conciertos, cuenta con cinco producciones discográficas, ha visitado doce países y está considerada como un referente internacional del rock del país.

En tanto, entre los puestos de comida preparada que se instalaron en el Parque El Lago estuvo The Pig Inside que ofrecía comida rápida y saludable y cuyo plato del momento eran las pizza, las que tuvieron muy buena acogida entre los asistentes.

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También hubo otros locales que ofrecían sánduches, bandejitas, salchipapas, y otros tipos de preparados a precios módicos.

Rodrigo Aragundi, morador de la vía a la costa, que acudió al festival con su esposa y su hija de 6 años, dijo que esta actividad le parece muy interesante y que se debería dar no solo una vez al año.

“Me parece muy completa, porque cuenta con diferentes ambientes, las personas pueden estar un rato cerca del escenario viendo a las bandas, o sentarse en uno de los puestos de comida a disfrutar de un delicioso plato, o comprar los productos artesanales que expenden, los niños pueden jugar o realizar alguna de las actividades que se ofrecen”, indicó.

En tanto, Heydi Veintimilla, artista body paint, dijo que había ido con unas amigas porque le gusta el Rock del Lago y porque ella se dedica a realizar pinturas artísticas en los rostros. Ella y sus amigas se habían colocado piedras de joyería con diversos motivos en la frente. (I)

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El fin es influenciar a la gente para que asista a un espacio que es natural, que lo cuide y que venga a ver lo que estamos exponiendo acá, buena música, comida, arte”Alfredo Jaramillo, uno de los creadores del Rock del Lago.