Mi viaje es protegido por la presencia de Dios.

Viaje seguro
Para prepararnos para un viaje, damos los pasos necesarios para que nuestro camino sea seguro y claro: revisamos mapas, verificamos reservaciones, empacamos cuidadosamente, y más.

Bien vaya de vacaciones fuera de mi ciudad o viaje localmente, me envuelvo en la luz y el amor de Dios. Tomo tiempo para imaginar el fluir libre y claro de mi viaje. Afirmo que el orden divino se expresa en todo el camino y me guía para tomar las decisiones correctas.

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Visualizo que el poder protector de Dios aclara mi sendero. Todas las personas que viajan conmigo están a salvo y en paz. A lo largo del viaje, me esfuerzo por ser una bendición para todos con quienes me encuentre y abro mi corazón para recibir las bendiciones de los demás.

Lucas 3:5
Los caminos torcidos serán enderezados, las sendas dispares serán allanadas. (F)