Tras estar algún tiempo fuera, ahora se encuentran de regreso en la iglesia San Jerónimo, las tres campanas que por más de trescientos años estuvieron en el campanario y llamaron a misa a los pobladores de la parroquia Chongón, del cantón Guayaquil.

Estas reliquias de la iglesia ahora permanecen en una urna incrustada en una de las paredes cercanas al altar, donde a través de un vidrio las pueden ver los visitantes.

Son campanas de hierro que fueron bajadas del campanario y llevadas a un taller en Guayaquil para limpiarlas. Terminado este trabajo se decidió colocarlas para exhibirlas, y en su lugar en el campanario, se pusieron otras similares.

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El regreso de las campanas completa el trabajo de remodelación de la iglesia que realizó el Municipio de Guayaquil y que cuenta con un moderno diseño arquitectónico.

Las piezas son de dos tamaños, la grande pesa unas cinco toneladas y las pequeñas media tonelada, indicó Jorge de la Cruz, empleado del templo que dirige el padre Antonio Riojas Sisquel y que tiene capacidad para unas 200 personas.(I)