Acepto el cambio con serenidad y flexibilidad.

Flexible
La vida está llena de cambios que presentan tanto retos como posibilidades. Mi habilidad para adaptarme a los giros imprevistos es fomentada cuando me mantengo firmemente vinculado con Dios.

Gracias a la sabiduría divina en mí, reconozco y acepto lo inesperado con serenidad y fe. Me adapto con aplomo a cualquier circunstancia nueva.

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Si enfrento desafíos tales como un divorcio, la pérdida de mi trabajo o un diagnóstico médico, determino permanecer flexible y abierto a la luz divina. Cualquiera que sea la circunstancia, se la entrego a Dios. Alineado con el Espíritu, permanezco receptivo, flexible y en calma. El amor perfecto sostiene y dirige mi vida siempre. La voluntad de Dios para mí es el bien y solo el bien.

Salmo 119:105
Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino! (F)