Preparar y armar una lonchera escolar suele representar todo un reto para muchos padres de familia que se debaten en lo que le gusta a su hijo, pero también en lo que le conviene. Además, muchas veces el desconocimiento y el apuro los lleva a recurrir a lo que primero encuentren a mano, aunque no sea lo más aconsejable.

La chef Erika Garaicoa y la health coach Catalina Vallejo ofrecerán este sábado 22, de 10:00 a 13:30, la charla demostrativa ‘Loncheras nutritivas’, dirigida a padres de familia. Será en Nazú House en la ciudadela La Cogra (al lado de El Paraíso).

Ellas, que juntas hacen Cocina y Placer, y que dan talleres de cocina para adultos, dicen que a través de estos escuchan a padres y madres que no saben qué hacer al respecto. “‘No sé qué darle de comer a mi hijo’, es una queja constante porque no tienen tiempo, no tienen creatividad, no quieren recurrir a todo el espectro de vegetales y frutas que hay y los encasillan todo el año mandándoles las mismas cosas”, manifiesta Catalina.

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¿Qué debe contener una lonchera? Proteína, un carbohidrato, frutas, un vegetal, una legumbre, responde Erika, quien muestra una opción: “En este caso hay un omelette relleno con queso y col rizada, hay hongos, tomatitos, tortillas de maíz chiquitas y fáciles de hacer, cereal con avena y chía, dos frutas. Ahí tiene el niño para escoger, a lo mejor no se va a comer todo al principio, pero es poco a poco, hay que ir despertándoles la curiosidad”.

“Si los padres no comen vegetales, los niños tampoco lo hacen. Los padres deben darse un tiempo para experimentar nuevos alimentos con los niños y dejar aquella costumbre de los menús infantiles, los niños y los adultos deben comer bastante similar”, sostiene Catalina.

Otras opciones son los humus de garbanzo y de beterava para comerlos con deditos de zanahoria y apio, con bebidas libres de azúcar, “es la fruta pura fusionada con agua al frío, que se lo deja hecho la noche anterior y dura cinco días”.

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“Nos basamos en los macronutrientes y micronutrientes, en las necesidades biológicas de los niños, en la charla vamos a darles tres opciones y un calendario para cinco días, es decir, se van a ir con un bagaje de ocho cosas que las pueden convertir en 16 0 20 si te das el tiempo de saber combinarlas”, explica Catalina.

Erika añade: “Es verdad que hay apetitos difíciles, pero con cariño, paciencia y un poco de ingenio podemos ayudar a los niños a que empiecen a comer de todo para que no solo crezcan saludables, sino para que no se pierdan tantos alimentos ricos que hay”.

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Catalina explica que muchas veces el sistema digestivo de los niños puede estar ocupado en procesar todos los tóxicos o alimentos procesados que se ingieren, sobre todo los fines de semana. “Así va a dedicar toda su energía al sistema digestivo y no le va a dar chance al cerebro, pues van a estar estreñidos o con la pancita pesada y de esa forma cómo pueden concentrarse, atender en clases o estudiar. De hecho, muchos profesores se quejan de que los niños llegan con ese tipo de malestar los lunes, porque el fin de semana no comen cosas saludables”, indica Catalina.

Para más información llamar a los números 099-229-5051- 099-549-6429. (F)

Si los padres no comen vegetales, los niños tampoco lo hacen. Los padres deben darse un tiempo para experimentar nuevos alimentos con sus hijos ”.Catalina Vallejo, Health coach