A quienes circulan por la Avenida Samborondón les sorprende el cambio de imagen que ha tenido el edificio Samborondón Plaza, uno de los cinco que fueron afectados por el terremoto del 16 de abril del 2016.

Los colores de la fachada de la infraestructura fueron renovados en su totalidad; era verde y ahora luce con café oscuro, ocre y blanco.

Pero no solo ha mejorado la parte externa de la estructura, se ha trabajado en los arreglos de mampostería, además se ha reforzado la estructura para tener una mayor seguridad sismorresistente.

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En este edificio el terremoto dejó fisuras en la parte exterior y daños de paredes internas, que son parte de la mampostería.

En Samborondón Plaza antes del terremoto funcionaban locales comerciales, restaurantes, oficinas, una clínica que es parte de prestadores de servicios del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), la notaría Cuarta de Samborondón y una agencia del Banco Pichincha.

La mayoría de los dueños ya están ansiosos de habitar sus locales comerciales y suites, ya que aseguran que estarán más seguros.

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La notaría empezó a atender desde el 10 de abril, y el banco, solo en el área de cajas desde el pasado 4 de abril de este año.

José Antonio Feraud, administrador de Samborondón Plaza, explica que antes de iniciar los trabajos los propietarios se reunieron en una asamblea y de forma unánime decidieron que se realice un “estudio sismorresistente para reparar y reforzar”, antes de ejecutar los arreglos. “El edificio hoy puede soportar un terremoto similar y un poco mayor al que ocurrió el año pasado. Lo que se hizo fue hacer un reforzamiento estructural mediante un sistema dual, para llegar a la Norma Ecuatoriana de Construcción (NEC) 2015 . El edificio no va a sufrir como la vez pasada”, asegura José Antonio.

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Los trabajos de readecuación del edificio empezaron hace unos seis meses, al momento se realizan los últimos acabados; todos los gastos los cubre un seguro privado.

Desde la próxima semana se prevé continuar la entrega de los inmuebles a los dueños, que son un total de 170.

Chabela Lojano, dueña de una peluquería que funcionaba en el sitio, dice que está a la expectativa de inaugurar de nuevo su local allí. Aspira a implementar las estrategias necesarias para recuperar sus pérdidas económicas que superan los 25.000 dólares.

En cambio, Judith Cedeño, propietaria de una suite, expresa que a ella no le ha importado esperar más por su habitación, porque se siente feliz de que estará más segura.

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Lo mismo está sucediendo en los edificios Milenium y Casas del Río, ubicados en la urbanización Entre Ríos. Los tres sitios aún no están habitados en su totalidad, ni tampoco concluyen los trabajos.

Los otros edificios del sector afectados por el terremoto fueron Xima y el Village Plaza, los cuales sufrieron daños leves en la decoración y no daño estructural, ambas infraestructuras fueron readecuadas y reanudaron sus operaciones pocos días después del terremoto, luego de hacer los arreglos.

En el interior del Village Plaza se registró la muerte de la joven Yaritza Valenzuela, de 18 años de edad; según indicaron voceros del lugar, el hecho se dio luego de que se desprendió una moldura de una de las paredes del interior del edificio.

El edificio Casas del Río ya está habitable, al momento solo se realizan trabajos de reforzamiento de la estructura, que consiste en un sistema de pórticos atados a las columnas y las vigas del edificio.

Jaime Puig, presidente del comité de residentes de Casas del Río, señala que la razón por la que la estructura sufrió daños es porque se construyó con normas anteriores que permitían en el edificio la torsión (torcer) y que sea más flexible. “No es que se iba a caer ni nada por el estilo, sino que se movía más (...) en semicírculos”, explica Jaime.

El edificio tiene doce pisos, está habitado la mitad, en la otra parte aún no viven los inquilinos por distintos motivos que no tienen que ver con el terremoto, dice Jaime, que asegura que el edificio ahora tendrá más plusvalía. “Primero ya sobrevivió a un terremoto y no se cayó; segundo, los refuerzos que se están haciendo son para calcular que si viniera un terremoto más fuerte, al edificio le afectaría la mitad de lo que le afectó la anterior”, manifiesta.

En Milenium, un edificio que también tuvo daños de mampostería, se prevén terminar los arreglos a fines de este mes. El sitio solo está habitado por 5 de las 17 familias de inquilinos.

Víctor Guerrero, representante legal de Mileniun, expresa que han pedido al Municipio que para ellos no haya un incremento este año en el pago de impuestos prediales, debido a los gastos que han tenido.

Iván Orlando Miranda, procurador síndico del Municipio de Samborondón, dice que todos los edificios que fueron afectados por el terremoto, pero que constaron en el informe técnico que hizo el Municipio el año pasado sobre las infraestructuras que sufrieron graves daños, es posible que reciban una respuesta afirmativa del Cabildo sobre una exoneración de un porcentaje en el pago de impuesto prediales. “Seguramente ya está eso en planificación para poderlos atender (....) se deben recoger todos los informes de rigor”, explica.

Iván Orlando Miranda indica que después del terremoto se reformó una ordenanza que permitió exonerar un porcentaje del impuesto predial al edificio Samborondón Plaza porque fue el más afectado.

Inspecciones
A la par de los arreglos de los edificios, otras de las acciones que se tomaron tras el terremoto es el reforzamiento de las inspecciones de estructuras afectadas. El Municipio ha realizado un proceso de fiscalización para verificar que se cumplan los trabajos de acuerdo con los planes de reparación adecuados, dice la directora de edificaciones, Liliana Guerrero.

Prevención
Como una medida preventiva el Cuerpo de Bomberos de Samborondón aumentó las campañas de información sobre cómo actuar en caso de sismos en urbanizaciones, instituciones y planteles educativos; se incrementó el número de tirada de folleterías, las charlas y talleres. “Tuvo que ocurrir una emergencia para que la gente se interese más por el tema”, asegura César León, jefe de operaciones.

Dice que el terremoto, además, generó que más personas muestren su interés por participar en los cursos para ser bomberos voluntarios. “Han llamado unas 50 personas, en la última convocatoria fueron unas 25 personas”, indica León y agrega que la formación de los aspirantes será en mayo.

Este año unos 50 bomberos participarán en un curso sobre ‘Cómo actuar en una emergencia de estructuras colapsadas’. (I)

Dato
Según el Instituto Geofísico se han registrado más de 3 mil réplicas, desde el terremoto.

50
Es la cantidad de interesados para ser bomberos voluntarios, tras terremoto.