Tapada con dos mantas blancas, de la cabeza a los pies debido al frío que hace dentro de la cámara, escuchando música instrumental para mantenerse relajada y con la supervisión permanente de una enfermera, Isabel Carvajal recibe su segunda sesión en una cámara hiperbárica, como parte de un tratamiento de rehabilitación por una contractura muscular.

Su tratamiento será de cinco sesiones, las cuales estarán supervisadas de manera continua por Pedro Rojas, médico de Hiperbáricas del Ecuador, un centro de medicina hiperbárica que está en el nuevo edificio del club Diana Quintana, km 2,5 de la av. Samborondón, que realiza tratamientos con oxígeno.

La medicina hiperbárica, según lo explica Rojas en un video informativo que él mismo elaboró para tener un acercamiento más dinámico con sus pacientes, es una rama de la medicina cuyo uso terapéutico se basa en un incremento de la capacidad de difusión y tensión de los líquidos en los tejidos de todo el cuerpo, principalmente en el plasma sanguíneo; respirando oxígeno puro en condiciones de presión elevada.

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Rojas asegura que esta medicina se aplica como una terapia de rehabilitación que ayuda en el tratamiento de enfermedades o problemas quirúrgicos complejos, además de tener un efecto revitalizador en todos los tejidos.

Él explica que las cámaras son instrumentos médicos que suministran oxígeno cien por ciento puro, a altas presiones, incrementando los niveles de oxígeno del cuerpo.

Aunque están habilitadas para todas las personas, desde recién nacidos hasta adultos mayores, Rojas recomienda no aplicar el tratamiento en mujeres embarazadas, personas con afectaciones respiratorias o enfermedades gripales (hasta que estén curadas).

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“Normalmente los pacientes que recibimos son referidos por sus médicos tratantes, sin embargo nosotros hacemos nuestra propia evaluación y así regulamos presión, sesiones y duración de estas, según cada caso”, explica.

Efectos y beneficios
Rojas asegura que su uso es muy beneficioso por varios motivos. Uno de estos es que disminuye en un 50% el tiempo de recuperación del área intervenida después de alguna cirugía plástica reconstructiva.

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Además evita el riesgo de infecciones porque aumenta las defensas del organismo y acelera el proceso de cicatrización, ya que contribuye a la regeneración y creación de nuevos vasos sanguíneos.

La hiperoxigenación que se consigue con el tratamiento ayuda a regenerar la piel con quemaduras o heridas. También contribuye a que los huesos afectados por fracturas, descalcificación o enfermedades, se regeneren a través del oxígeno que llega a las células.

Dentro de las enfermedades que más se benefician de estas terapias, Rojas destaca la enfermedad descomprensiva en buzos (también llamada ataque de presión, que afecta a quienes practican buceo), intoxicación por monóxido de carbono, diabetes, várices, úlceras varicosas, quemaduras, así como en la medicina del deporte y luego de una cirugía plástica.

Se recomienda que dos horas antes el paciente no fume ni consuma bebidas con gas. (F)

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Requisitos por seguridad

Primero
Está prohibido fumar cerca y dentro de las instalaciones del centro hiperbárico.

Segundo
Durante la sesión se debe mantener el celular apagado, así como cualquier otro objeto tecnológico.

Tercero
Al momento de ingresar el paciente debe despojarse de objetos metálicos como joyas, relojes y piercings.

Cuarto
El paciente debe estar libre de grasas, maquillaje, lacas, desodorantes y perfumes.

Quinto
Todas las prendas que usan los pacientes y asistentes del centro deben ser de algodón, incluyendo la colchoneta, sábanas, toallas, almohadillas, entre otros objetos.

Todas las personas necesitan estas sesiones, ya sea para mejorar la calidad de vida, por estética, los que son deportistas y los que padecen ciertas afectaciones”.Pedro Rojas, Médico