Están sentados en las esquinas. En sillas plásticas, afinando sus instrumentos, conversando sobre el día antes de la jornada musical, algunos fumando un cigarrillo para engañar la brisa fría que también los acompaña en la noche. Son los músicos que se concentran en las intersecciones de Esmeraldas y Gómez Rendón y en las dos veredas entre Sucre y Lorenzo de Garaycoa, en Guayaquil. Apenas un auto se estaciona frente a ellos, las guitarras y el requinto, en la mayoría de los casos, comienzan a sonar, a manera de casting, para cerrar el contrato. Los mal llamados ‘lagarteros’, como se los ha denominado, prefieren solo ser reconocidos como artistas. Este apelativo, afirma Fray Vera, del trío Costa Grande y Los Vizconde, quien comenzó a cantar y guitarrear en 1980, surgió cuando se reunían en el parque La Victoria, antes conocido como el parque de los Lagartos.

Arturo Pinos, de 58 años, recalca que el término ‘lagarteros’ no siempre molesta. Depende de la manera como se lo emplee. “Muchas personas lo usan como si estuviéramos al acecho, en busca de una carnada, a veces es una ofensa, es parte de nuestra cultura (...)”, dice quien fuera presidente de los artistas profesionales del Guayas.

La noche sigue fría en el Rincón de los Artistas, como también se conoce a esta esquina, y en el tiempo que se mantiene la conversación, aún no se ha acercado ningún cliente. “Aquí hasta vinieron a presentarse Daniel Santos, Leo Marini, El Puma, Los Embajadores Criollos”, sostiene Marco González, de 72 años, quien luego de un largo periodo en Estados Unidos retornó a a esta zona para reencontrarse con sus amigos.

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En otro punto de concentración artística, en Sucre y Lorenzo de Garaycoa, vistiendo terno y corbata, con calzado bicolor, Eduardo Egas, del trío Melodías del Recuerdo, conversa con Clemente Muñoz. Trabajan de lunes a sábado, desde las 19:00 hasta las 06:00. Por la mañana, Egas es soldador y vende almuerzos en su casa. Muñoz se dedica por completo a la música. Cuando se reúnen en esta transitada calle, sus anécdotas fluyen. Pasillos, valses, boleros, baladas, pasodoble y tango son géneros que interpretan con sentimiento, en el diverso repertorio en el que no falta El aguacate y El alma en los labios. “Somos embajadores de la música de nuestro país”, dice Egas, sobre esta profesión que mantiene viva y sonora las calles de Guayaquil.

Fotos: José Beltrán. Agradecimientos: Trío Costa Grande: 099-728-0204, 099-375-1929. Trío Melodías del Recuerdo: 098-853-4509. Clemente Muñoz: 099-911-3841.

El artista tiene que estar bien vestido, impecable, ese es el éxito, porque si te ven bien arreglado te llevan más rápido.Eduardo Egas, músico y soldador.

(I)