Por Sergio Pérez

“Habiendo presenciado la famosa intervención de Carlos Santana en Woodstock que puso de pie a quinientas mil personas al instante con los primeros golpes de percusión y bajo, pude apreciar el Tributo de Batukka en el Teatro Centro de Arte (TCA) con conocimiento de causa.

Gustavo Pacheco haciendo las veces de Carlos Santana en guitarra eléctrica fue un acierto indiscutible, así como Andrés Albán en batería, Bilo Albán en teclados, Santiago Riera en el bajo, Pete Castillo en la voz y un sorprendente Javier López en las congas, exactas y vibrantes como el original.

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Arrancaron con Evil Ways en perfecta cadencia y evidenciando la voz adecuada de Pete Castillo. Everybody is everything cambió la velocidad a todo dar destacando el show percusivo espectacular de Andrés y Javier. Ya en Esperando Pete y Pacheco cantaron a dúo y con el mismo micrófono al estilo reggae. En Guajira Pacheco dominaba el espectáculo digitando como Santana en varios tempos y cambiando de uno a otro.

Para María, María Gustavo Pacheco hizo un solo en guitarra acústica bien acompañado de batería y percusión, mientras Pete Castillo cantaba cada vez mejor y Gustavo retomaba la guitarra eléctrica, fiel al original. Nuevamente cambiando de guitarra Pacheco y con una introducción de platillos en batería de Andrés hicieron Europa, lo mejor y más sofisticado en la modernidad de Carlos Santana en forma instrumental, destacando la famosa digitación de Bilo Albán en teclados y la coordinación de Andrés y Gustavo haciendo justicia a una gran canción.

Al llegar a Black Magic Woman la sala vibraba con la expectativa de una réplica exacta del original, destacando nuevamente los teclados de Bilo y la energía de Andrés en batería, un staccato impresionante que mantenía cautiva la atención del público. Pete Castillo continuaba cantando muy bien y el conguero seguía a la altura del original.

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Oye como va, compuesta por Tito Puente y un ejemplo de salsa-rock en la interpretación de Carlos Santana estuvo suave y tranquila tocada en solo y sentado por Gustavo Pacheco nuevamente en guitarra y Bilo en su conocida modalidad de Fantasma de la ópera digitando magistralmente.

Samba pa ti en guitarra acústica y con Gustavo sentado al borde del escenario cambió luego a modalidad eléctrica y toda la banda en tremenda descarga sobresaliendo Javier López, verdadera revelación como gran conguero sin excederse jamás.

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Ambar Pacheco cantó Game of Love como invitada y el torbellino musical clásico de Santana Soul Sacrifice, comenzó dudosa pero rápidamente tomó la forma orgiástica que le dio tanta repercusión a base de las piruetas de Bilo y un solo de Andrés Albán.

El mejor canto de Pete Castillo en Corazón espinado de Maná estuvo tiernamente dedicado a su pequeña hija en primera fila y coreado por el público sorprendido por un Gustavo Pacheco caminando en el público y tocando la guitarra eléctrica. (O)