Una mujer de 107 años cumple aún su llamado al ministerio, compartiendo el Evangelio a la mayor cantidad de gente que sea posible. Según el portal Acontecer Cristiano, Allie Candler comenzó como misionera de la Iglesia Bautista del Sur en Virginia.

Después de varios años se retiró oficialmente en 1974, pero continuó sirviendo a la gente del pueblo de Appalachia, actuando en jornadas de evangelismo. También sirvió en la Junta de Misión Extranjera (ahora Junta de Misiones Internacionales) en Kobe, Japón.

Hoy, 85 años después, ese llamado de convertirse en misionera se ha mantenido firme. Incluso en su comunidad de jubilados en Laurens, ella mantiene su vigorosa defensa y promotora del trabajo misionero.

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“Dios me llamó”, mencionó Candler. “Cuando Dios llama a alguien, es mejor escuchar”, sostuvo la longeva mujer.

El compromiso de Candler con las misiones se remonta a sus raíces familiares, agregó Acontecer Cristiano.

Candler creció en una familia cristiana. Dos de sus hermanos se convirtieron en predicadores, y su hermana menor se casó con un pastor, reseñó el portal sobre la mujer. (I)