Un escenario viviente en el que se reaniman leyendas, creencias y ritos legendarios tras la erupción del Cotopaxi es parte de las historias que se relatan en Una voz me dijo, el nuevo libro de la escritora quiteña Rocío Durán Barba.

Este ejemplar le adjudicó el Gran Premio de la Ciudad de Saint-Orens de Gamanville, en Francia, país donde reside hace 20 años. Además, asegura, la alcaldesa de esa ciudad le otorgó la medalla de Saint-Orens y un diploma de honor.

“La obra consta de 80 poemas de estilo microcuento (...). Tienen la estructura de un párrafo sin otra puntuación que el punto seguido. Todos terminan con una escalera de tres palabras que resuenan a lo largo de la obra reforzando el sentido misterioso del relato. No hay ningún punto final, lo cual enlaza las páginas del libro con lógica poética”, explica Durán.

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No es el primer premio que recibe en Francia. También ha obtenido el premio Vermeil de la Academia de Artes-Ciencias-Letras de París, una condecoración del Senado francés, el reconocimiento de Escritora estrella de la Casa Internacional de Poetas de San Malo y Personalidad francesa, por parte de La Gazette, revista cultural de los franceses de América Latina y del Caribe.

Durán agrega que visita constantemente Ecuador para inspirarse a escribir de su patria en tierras extranjeras. “Amo mis raíces, mi identidad. Amo mi cuna. Sus alegrías y nostalgias”, dice la quiteña.

Durán resalta que es importante continuar trabajando con el fin de lograr instalar en Francia –y en el mundo– un panorama de creadores ecuatorianos. “Pienso que nuestra cultura es un cofre lleno de riquezas y sorpresas, por ende, de temas dignos de dar a conocer en el extranjero”, menciona, la también pintora. (I)