La asediada comediante Kathy Griffin dice que no le teme a Donald Trump y que planea seguir haciendo chistes sobre él, aunque afirmó que lamenta haber publicado una imagen que la muestra sosteniendo lo que parece ser una cabeza decapitada y ensangrentada del presidente estadounidense.

El viernes en una dispersa conferencia de prensa en Los Angeles, Griffin pronosticó entre lágrimas el fin de su carrera y dijo que Trump la "quebró". Desde que publicó el video el pasado martes, perdió su trabajo como presentadora del especial de la víspera de Año Nuevo de CNN y cinco teatros cancelaron sus shows de comedia. Trump, la primera dama Melania Trump y Donald Trump Jr. han criticado públicamente el video.

Griffin, quien aseveró que había sido contactada por el Servicio Secreto, dijo que los Trump están "tratando de arruinar mis derechos para siempre".

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El Servicio Secreto rechazó hacer declaraciones al respecto este viernes.

“El presidente, la primera dama y el Servicio Secreto han dejado muy claro su punto de vista sobre esas ideas”, dijo el secretario de prensa Sean Spicer.

La humorista de 56 años recalcó que el video era una parodia mordaz en respuesta a la declaración de Trump del verano pasado de que la presentadora del canal Fox News Megyn Kelly "tenía sangre saliéndole por los ojos, saliéndole por todos lados".

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"No me voy a rendir por este tipo", dijo en un momento desafiante. "Seguiré haciendo chistes sobre este tipo".

El vocero del Partido Republicano Mike Reed calificó la rueda de prensa como un "intento desesperado" de cambiar la conversación.

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"La carrera de Kathy Griffin estaba acabada mucho antes de que intentara hacer un chiste asqueroso sobre decapitar al presidente", dijo Reed. "Lo que hizo estuvo mal y el presidente Trump y su familia tienen todo el derecho de condenarlo". (I)