(Publicado originalmente en La Revista del 21 de mayo del 2017)

Luego de Septembers of Shiraz (2016), la actriz mexicana Salma Hayek reaparece en el largometraje Beatriz at Dinner, un filme que ha dado mucho de qué hablar después del lanzamiento de su primer tráiler. ¿El motivo? La cinta dirigida por el puertorriqueño Miguel Arteta, entre cuyos títulos se encuentran The Good Girl (Jennifer Aniston, Jake Gyllenhaal) y próximamente All the Bright Places (Elle Fanning), tuvo su premier mundial en el Festival de Sundance el 23 de enero de este año, cuando el recién elegido presidente de Estados Unidos estaba presentando sus primeros decretos, como aquel que tenía que ver con la construcción de un muro que se levantaría entre las fronteras de ese país y México.

Esa noticia fue uno de los bombazos –ya advertido– que pusieron a temblar a los migrantes latinos, especialmente a los mexicanos. Ahora bien, Beatriz at Dinner trata precisamente de lo que pasa en un país donde el problema del racismo aún está latente. Salma Hayek interpreta a una practicante de medicina holística de origen mexicano llamada Beatriz, quien trabaja en Los Ángeles, pero después de averiarse su carro en casa de uno de sus clientes millonarios, se une a una fiesta –como invitada– en esa vivienda en la que estarán solo norteamericanos.

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Así, Arteta logra una oportuna película que enfrenta al personaje central con “el hombre blanco” y desata una tormenta en medio de lo que debía ser una tranquila cena entre amigos.

La veracruzana compartió en sus redes sociales “una probadita” de esta nueva producción que en su cuenta oficial de Beatriz at Dinner destaca el comentario de la revista Variety, el cual dice: “Tiene la distinción de ser la primera comedia dramática que es una alegoría, explícita y provocativa de la era Trump”.

En el tráiler de la cinta se observa el problema social y de racismo que existe entre algunos ciudadanos en Estados Unidos y la comunidad hispana. Hay momentos en los que confunden al personaje de Hayek con la sirvienta, e incluso el personaje Doug Strutt (encarnado por John Lithgoe), un desarrollador de bienes raíces millonario que cree que ser latino es sinónimo de inferioridad y que se escuda en su fortuna y poder para ofender y atacar a quienes considere menos importantes, pero las cosas se salen de control cuando la aparentemente inofensiva Beatriz decide que ya tuvo suficiente.

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Él incluso cuestiona la estadía de Beatriz al preguntarle si entró al país de manera legal. Es entonces con quien termina dándose encontronazos durante la tertulia. Los mundos de Beatriz y Doug son muy diferentes, así que terminan chocando.

La cinta fue escrita por Mike White. Él dice: “Junto con Arteta tenemos una sensibilidad muy a flor de piel. Hay cosas en que nos acercamos de manera diferente, pero nos complementamos en otras. Particularmente con este guion hay un componente satírico, hay un poco de ‘sangre en la boca’. Y Miguel se acerca a él de un modo muy sincero, encuentra su camino a través de la empatía de la misma. Esta película, si estaba en manos más ácidas, podría ser grotesca, y eso no es lo que quise. No necesariamente sería como lo interpretaría, pero él se asegura de que la base emocional le dé el color que necesita”.

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Para Arteta, el meollo de la película trasciende fronteras. “Siempre sentí que Mike escribe de una manera realmente inteligente, simplemente desafiando cuáles son las prioridades de nuestra sociedad. Así que para mí, hay una crítica social que se hace de una manera muy inteligente en todo su trabajo. Te pone en un lugar de inquietante cuestionamiento de tus propias prioridades. Vivimos en un mundo realmente polarizado, con dos puntos de vista que no pueden hablar entre sí. Y la película te pregunta cuál es la respuesta apropiada al hecho de que las cosas parecen realmente sombrías en el mundo”.

The Hollywood Reporter señala: “Salma ofrece una actuación rica en quietud, ternura y dignidad”, además de que resulta “luminosa en su papel de una sanadora holística que se enfrenta, en una cena infernal, con un voraz magnate de bienes raíces”.

“Esta película va más allá del momento político que se vive en Estados Unidos. La cinta habla de la diferencia de puntos de vista que existen hoy en este país, de la imposibilidad de comunicar y entenderse”, explicó la actriz.

Los actores: John Lithgoe y Salma Hayek.

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En el mencionado Festival de Sundance, Salma expresó al diario El Universal: “Nosotros los mexicanos no podemos ser tan optimistas porque venimos de un país donde es una epidemia la inconsciencia social, México está lleno de cazadores, de malos gobiernos y a ellos no les importa a quién se llevan entre las patas. Hemos tenido muchos presidentes a los que no les importa y les vale lo que nos pasa”.

No es la primera vez que Hayek aprovecha su trabajo para hacer frente al tema de la discriminación. En 2016 filmó el cortometraje 11 horas del director Jim Sheridan, quien hace un discurso en respuesta a la intolerancia que ha manifestado el nuevo presidente de Estados Unidos en contra de los mexicanos. La proyección ocurrió tres semanas después que el Departamento de Seguridad de EE.UU. aceleró la deportación de 10 mil migrantes.

Hayek también trabajó bajo la dirección de Ken Marino en la comedia Cómo ser un Latin Lover, junto con Eugenio Derbez y Rob Lowe, cuyo estreno está anunciado para este jueves 25 de mayo en Ecuador. (I)