La exreina de Vinces, María Fernanda Muñoz Jiménez, asegura que el certamen Miss Ecuador no es solo una competencia de belleza sino una destreza de convivencia, en la que se reúnen mujeres de todo el país con diferentes costumbres y formas de pensar. “Después de casi tres meses puedo decir que hemos formado una amistad muy bonita, ya que cada día que nos despertamos lo hacemos con el entusiasmo de disfrutar cada minuto de este sueño”, dice Muñoz, de 22 años.

Aunque el certamen, como lo expresa la mayoría de participantes, es un sueño de infancia, al crecer el significado de convertirse en reina cambió, sostiene la estudiante de psicopedagogía de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte. “Te das cuenta que es una plataforma muy importante para crecer como persona y profesional (...) y de ayuda para el que más lo necesita”, expresa.

Consciente de la existencia de varios grupos vulnerables en el país, Muñoz quiere enfocarse en los adultos mayores y en la erradicación del trabajo infantil. “Considero que nuestros niños deben estar educándose y no en las calles, ellos representan el presente y el futuro de nuestro país”, dice. (I)