El príncipe Enrique de Reino Unido respaldó este martes una campaña para librar al mundo de las minas terrestres para 2025, dos décadas después de que su madre, la princesa Diana, caminara por un campo minado en Angola para resaltar la difícil situación de las víctimas.

A pesar de que la producción y el uso de minas terrestres ha disminuido desde el tratado firmado en 1997 para prohibir su uso, más de 60 millones de personas corren riesgo de morir o resultar heridas por estos dispositivos en todo el mundo, según el Departamento británico para el Desarrollo Internacional (DfID, por sus siglas en inglés).

Difíciles de detectar, complicadas de retirar y a menudo diseñadas para mutilar en lugar de matar, las minas terrestres permanecen en el suelo durante décadas y matan o lesionan a miles de personas cada año.

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El número de personas reportadas muertas o heridas por minas terrestres aumentó en un 75 por ciento en 2015 en comparación con el año anterior, debido en gran parte a los conflictos en Libia, Siria, Ucrania y Yemen, de acuerdo al informe especializado Landmine Monitor.

La mayoría de las víctimas eran civiles.

Se espera que Enrique, tercero en la línea de sucesión del trono británico, aproveche el discurso que ofrecerá en relación a la Concienciación Internacional sobre las Minas para instar a la comunidad internacional a que ayude a poner fin al uso de estos artefactos.

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"El príncipe Harry está contento de tener este momento para reconocer la importante contribución que su madre hizo en este campo (...) y la oportunidad de seguir aumentando la conciencia para librar al mundo de las minas terrestres para 2025", dijo el Palacio de Kensington en un comunicado.

Priti Patel, ministra de Desarrollo Internacional, dijo que las minas terrestres son un "flagelo mundial" al anunciar los planes del DfID de triplicar su apoyo a la limpieza de minas terrestres hasta los 100 millones de libras (124 millones de dólares) en los próximos tres años.

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"No son solo las fatalidades y las terribles y paralizadoras lesiones causadas por las minas terrestres; es la destrucción de oportunidades y esperanzas, que han marcado a tantas familias (...) hay que hacer más y se hará más", iba a decir el martes en un acto en el Palacio de Kensington.

En su último año de vida, la princesa Diana utilizó un viaje de alto perfil a Angola, que junto con Camboya, Sri Lanka y Afganistán figuran entre los países más minados del mundo, para concienciar sobre esta amenaza.

Siguiendo los pasos de su madre, Enrique visitó campos de minas en Angola en 2013 y Mozambique en 2010. Este último país fue declarado libre de minas en 2015.

Más de 160 países han firmado el Tratado de Prohibición de Minas y 27 países y un territorio se han declarado libres de minas terrestres, incluyendo Ruanda y Nicaragua. (I)

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