Luis Fernández es uno de los varios mosqueteros franceses que en la década de los años 80, con la selección gala, maravilló al mundo con un fútbol lujoso que tenía como máximo exponente a Michel Platini, secundado por Michel Tigana, Alain Giresse, Marius Tressor, Maxime Bossis, Patrick Battiston, Didier Six, entre otras estrellas. Esa fantástica generación no pudo darle a Francia un título del mundo (cayó en las semifinales de España 1982 y México 1986), pero obtuvo el primer gran trofeo internacional para ese país: la Eurocopa 1984. Fernández (58 años), como técnico, logró la Recopa de Europa de 1996 con el Paris Saint-Germain e hizo milagros en España con el Athletic de Bilbao, Espanyol y Betis, elogia ahora al francés que sí ganó una Copa del Mundo y que brilla como DT del Real Madrid. El conductor por muchas temporadas de un programa de radio habló con FIFA.com.

Al final de su carrera usted compartió vestuario en el Cannes con un joven volante empezando la suya, Zinedine Zidane. ¿Qué recuerdos conserva de aquel momento?
En primer lugar, su familia siempre le inculcó los valores del respeto. Eso se vio rápido en el vestuario, cuando empezó a entrenar con el primer equipo. Es un chico que siempre tuvo ganas de aprender y de progresar. Hoy sigue siendo el mismo que jugó conmigo. Desprende la misma tranquilidad, la de un joven futbolista con ambición de esforzarse, de triunfar, de mejorar su repertorio, de escuchar. Vi cómo empezaba, y luego asistí a su progresión como entrenador, como embajador, como personalidad del mundo del fútbol. Es alguien excepcional. Algunos se han limitado a juzgar un único gesto dentro del campo (su expulsión en la final del Mundial 2006), pero eso no puede borrar toda la felicidad que nos ha dado.

¿En la cancha ya tenía sentido táctico o lo adquirió cuando decidió ser entrenador?
Cuando uno juega no tiene un verdadero sentido táctico. Pero él poseía una inteligencia en el juego, en la ubicación, en los gestos. Tenía esa capacidad de progresar a través del trabajo. Tenía sus cualidades naturales, pero quería mejorarlas. Y sin eso no hubiera triunfado. Luego mejoró también las cualidades tácticas a base de trabajo, de fijarse y de escuchar. Zidane es una persona que se fija, que no mira a la gente por encima del hombro, ni que cree saberlo todo o da lecciones de fútbol. Es alguien que respira y que ama el fútbol.

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¿Su nombre, su pasado y lo que simboliza para el club le han ayudado a triunfar en el Real Madrid?
Es un club en el que ya se había asentado. Es ‘su club’, en el que fue jugador, director deportivo, embajador. Es un símbolo. Lo fue Di Stéfano y lo es Zidane. Como jugador ganó la Copa de Europa, se hizo entrenador y volvió a darles la Copa de Europa. ¡Imagínense el nombre que tiene Zidane en Madrid! Es una leyenda de la entidad. Está en su casa.

Zidane es finalista al premio The Best al entrenador de la FIFA. ¿Es el mejor DT del mundo hoy?
Ha ganado dos títulos europeos, la liga de España, acumula trofeos. Es el mejor técnico del mundo. Supo imprimir sus ideas, su forma de pensar, se ha adaptado a una plantilla con egos, ha puesto en valor a jóvenes. Hizo que explotaran jóvenes como Isco, Vázquez, Asensio, Mayoral, Nacho. La valía de un DT se ve también por su capacidad de dar valor a todos sus jugadores y no solo a las estrellas. Lo que Zidane hace es excepcional. (D)