Con molestia e indignación, Guillermo Almada, técnico de Barcelona, mostró su inconformidad con el arbitraje de Roddy Zambrano, en el empate a 1 que sumaron los canarios, el viernes, ante Delfín, en el estadio Jocay.

A los 86 minutos del duelo, el juez sancionó con un penal una jugada que protagonizaron el defensor Beder Caicedo y Byan Oña, luego de que este último se dejó caer en el área amarilla. Producto de esa acción llegó la igualdad local por intermedio de Carlos Garcés.

“Hay una jugada clave en el partido que es indignante, si me piden un análisis tenemos que hablar de lo que decidió el compromiso. La acción del árbitro fue determinante”, manifestó visiblemente molesto el entrenador canario.

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“Más allá de que fallamos situaciones de gol, que somos culpables de no ampliar el marcador, esto es indignante. Delfín no se merece que se den estas cosas por la gran campaña que realiza”, agregó el uruguayo en la rueda de prensa posterior al compromiso.

Almada insitió en sentir “bronca” e “impotencia” por lo efectuado por el árbitro Zambrano e indicó que su escuadra seguirá luchando contra “molinos de viento”.

“Cometió un error tan garrafal, es evidente que (el juez) incidió (en el marcador). De repente si Delfín nos hubiera empatado la culpa era nuestra pero lo que indigna es que lo hagan de esta manera. Ellos (los cetáceos) tienen material para igualarnos porque cuentan con buenos futbolistas”, manifestó el estratega uruguayo.

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“Todos nos equivocamos. No voy a pedir nada (sanción para Zambrano), lo que me voy a poner a trabajar para levantar a los jugadores”, añadió Almada. (D)