¿Que las figuras históricas del Santos son Robinho, Diego, Elano y Neymar?... ¡Por favor! La reciente visita del club paulista para medir a Barcelona, por la Copa Libertadores, hizo que la memoria de algunos solo recordara a varios futbolistas que brillaron recientemente en el cuadro llamado Peixe (Pez).

Los tres primeros ilusionaron a los torcedores santistas, a comienzos del siglo XXI, con revivir mejores épocas. No pudo ser y pronto, individualmente, se desinflaron. El cuarto, vendido por $ 263 millones del Barça al Paris Saint Germain, ganó la Copa Libertadores del 2011 ante un picapedrero Peñarol. Pero en el Mundial de Clubes ni Neymar pudo frenar a los catalanes de Josep Guardiola, que barrieron 4-0 al Santos.

Con Pelé, el indiscutible mejor Santos de cualquier tiempo, el de la irrepetible era dorada de ese club, llegó a Guayaquil hace 55 años. Y trajo a auténticos cracks del balompié universal, entre ellos –además del rey del fútbol– Zito, Coutinho, Pepe y Gilmar. Fue conmocionante.

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El arribo del Santos se anticipó en este Diario como “algo sobresaliente, fuera de lo común”. “La afición está de plácemes” por la presentación de “una constelación de estrellas” que “con un fútbol maravilloso ha asombrado a todos los público del universo”. “Vendrá encabezado por Pelé, el mejor futbolista que ha producido el planeta en todos los tiempos”.

“Por fin”, el Santos aterrizó el 6 de enero de 1962 para jugar, 24 horas después en el estadio Modelo, ante un “Barcelona convenientemente reforzado”.

‘Insultante descaro’
Ese ‘Santos de Pelé’ “enamoró con su juego. Tenía un insultante descaro y capacidad natural para marcar goles”, indicó el periódico Marca, que en una serie especial sobre conjuntos de leyenda resaltó, en el 2011, “la potente zurda de Pepe, los saltos eternos de Pelé, la inteligencia de Dorval y la profundidad de Mengalvio”. A esa escuadra memorable la FIFA la designó ‘El Equipo del Siglo XX’.

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Y aunque Pelé era el genio, a los canarios les tocó padecer también a Coutinho (Antonio Wilson Honorio), compadre de O Rei. Antonio Falcao, en su libro Los artistas del fútbol brasileño, describió así esa mortífera sociedad goleadora: “En la inagotable historia del fútbol, varios dúos de cracks se formaron. Aunque el formado por Pelé y Coutinho fue extraplanetario, fantástico y definió al Santos de los años 60. Son de esos genios las magistrales tabelinhas (paredes) que encantaron a los estadios de 1958 a 1967”.

El 7 de enero de 1962, Barcelona alineó en el Modelo con Bonnard; Herrera (Esteves), Lecaro, Macías; J. Merizalde (Zambrano), Reeves Patterson; Gando, B. Merizalde (Pinto), Cordero (Romero), Calderón (Altamirano), Cañarte (Navas). El Santos formó con Laercio (Gilmar); Lima, Olavo, Decio; Zito (Getulio) Calvet (Formiga); Dorval (Tite) Mengalvio, Coutinho (Pagao), Pelé, Pepe.

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Con goles santistas de Zito y Pepe, y descuento de Mario Cordero, todos se fueron al descanso. Pero en el complemento se desató Coutinho e “hizo alarde de efectividad” con cuatro tantos. Vicente Lecaro, de penal, batió a Gilmar.

En el 6-2 Pelé no anotó, pero Ricardo Chacón opinó en su columna ‘Primas del Deporte’, en este Diario: “No necesitó Pelé hacer goles, pues su clase se fue manifestando a través de jugadas para el recuerdo. Amagues a cualquier costado, pases para compañeros como diciendo ‘este gol es tuyo’. Realizando lo irrealizable, lo que no parece ser trayectoria humana”. (D)