Los clubes de Quito no han recibido apoyo económico, en los últimos años, del Gobierno central, “como otros” sí, dice el presidente de la Asociación de Fútbol no Amateur de Pichincha (AFNA), Patricio Miño. Cree que la capital no gana un título nacional desde el 2011 por malos manejos financieros y no sabe si se puede hablar de una ‘nueva’ administración en la FEF porque sus actuales dirigentes son los mismos que por casi dos décadas acompañaron a Luis Chiriboga. Además, a este Diario le dijo que no está de acuerdo con el trabajo de Gustavo Quinteros en la Tri.

¿Qué análisis hace del fútbol de Pichincha?

Ha sido un desempeño variable. Independiente logró éxitos importantes (subtítulo de Copa Libertadores 2016). Descendió Aucas, pero subió a la Serie B un histórico de Quito: América. La parte fundamental es el apoyo económico y los clubes de Pichincha no lo han tenido, como otros clubes, por parte del Gobierno central.

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¿A qué clubes se refiere?

Saben a qué clubes me refiero. En años anteriores el apoyo del Gobierno hacia ellos fue muy importante.

¿Por qué Pichincha no gana un título desde el 2011?

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El aspecto económico es fundamental, ya que las contrataciones no pueden ser las mismas. El fútbol de Pichincha es muy recto, honorable, y estira los pies hasta donde la sábana alcance. El título del D. Quito (2011) costó mucho (dinero) y por eso ahora está en la segunda categoría. El resto de equipos ha sabido manejar las situaciones. No hay un apoyo importante de la afición, que solo alienta cuando sus equipos ganan. Además, los de Pichincha son los clubes que más impuestos pagan al Servicio de Rentas Internas. Es raro que sean los que más pagan en Ecuador. Liga (Q) demostró que paga más del doble que otros con mayor presupuesto. Los clubes de Pichincha no han tenido el apoyo que otros
sí tuvieron del Gobierno.

Si solo invierten lo que pueden pagar, ¿entonces qué pasó en D. Quito?

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Hubo gente que manejó muy mal el equipo. El Quito es uno de los clubes que más jugadores vendió, como Álex Colón, Michael Arroyo, Luis Saritama y otros, pero no sé si ese dinero ingresó al club.

Aucas lucha por subir.

Volvemos a lo económico: no tiene apoyo. Además, tiene problemas dirigenciales desde la época de Ramiro Gordón (administrador 2012-2016).

¿Y el Clan Juvenil?, parece que se va a la Serie B.

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Pasa por lo económico. Se ha dado un cambio de directorio (llegó un grupo empresarial, liderado por Jorge Guerrero, representante de futbolistas). En AFNA no conocemos mucho. Si los estatutos se lo permiten (empresarios al mando de clubes) aceptamos; caso contrario intervenimos.

¿Cómo ve a la nueva administración de la FEF?

No sé si sea nueva. Están los mismos que estuvieron con Luis Chiriboga. Habrá que ver si hay cambios o no. No tenemos una relación directa con la administración de la FEF. Somos parte de ella, pero es muy poco el tiempo desde la transición (en marzo del 2016 a Chiriboga, quien fue sentenciado en primera instancia por lavado de activos, lo sucedió Carlos Villacís, su vicepresidente desde 1998) para ver si hay cambios o no.

En 2016, cuando Chiriboga era investigado por la justicia, la postura de AFNA era que renunciara. ¿Estaban de acuerdo con que Villacís asumiera?

Fue un momento muy crítico. Se debían ver aspectos como la actuación de la Selección, que estaba en sitiales muy altos y si se continuaba con esa campaña se podía haber clasificado fácilmente al Mundial de Rusia 2018.

¿La Selección aún puede llegar al Mundial 2018?

Hay posibilidades, pero es muy difícil.

¿Qué opina del trabajo del técnico Gustavo Quinteros?

No como presidente de AFNA, sino como Patricio Miño, no estoy de acuerdo absolutamente en nada sobre las decisiones de ese señor.

En el 2016 hubo un cambio dirigencial en AFNA, ¿qué ha pasado en este tiempo?

Ahora se maneja dentro de un respeto mutuo. Antes hubo abuso de funciones
del coronel Galo Barreto (exgerente) y la Fiscalía tiene conocimiento. Conocemos que el caso entró a juicio y habrá resolución en 120 días.

Usted presidió la Comisión de Arbitraje, ¿cómo ve el trabajo de los jueces?

Lo más importante es que es un arbitraje honrado. Podrán tener equivocaciones, pero
el arbitraje en los últimos años ha crecido. El referato nacional no es más ni menos que el de otros países.

Pero todas las semanas hay quejas por los jueces.

En mi época conté con un excelente colaborador como Roger Zambrano, exárbitro internacional. Por lo regular, el que se queja es hincha, no dirigente. Mientras el juez tiene segundos para decidir,
el directivo se queja después de haber visto la misma jugada unas seis veces. (D)