Pertenecen a una pletórica raza. Han luchado por defender su dignidad en crueles batallas desde el inicio de la humanidad. Fueron sometidos y avasallados por su color y tras prolongadas luchas, han transitado por el mundo como personas gravitantes para la sociedad.

En el diario vivir hay tantos arrogantes que desvían su vista a los emigrantes, se burlan de los humildes, atropellan a los de escasos recursos, esquivan a los indigentes y denigran la raza de color, salvo excepciones.

Miles de hombres y mujeres de raza negra se han superado en los negocios, política, voluntariado; en el arte, la ciencia y el deporte; y precisamente en la rama del atletismo un humilde símbolo universal es ovacionado como un gladiador, ganador de mil batallas. Ese perseverante deportista, de 30 años, es Usain Bolt, hoy elogiado por millones de personas que admiran su humildad, sonrisa, carisma y galantería.

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Este tan insigne jamaiquino, con corazón de oro, ha dicho: ”me retiro”. Bolt deja una herencia de cómo tener un alma noble, modesto en los triunfos y un patrimonio en moral y urbanidad como lo demostrará en su despedida este sábado en el mundial en Londres.

El mundo nos ha bendecido con personajes, figuras, estrellas y glorias que han conjugado la humildad y vale nombrar a Nelson Mandela, Martin Luther King, Gandhi, Barack Obama, Pelé, Puskas, Alfredo Di Stéfano y en casa a Spencer, Chuchuca, Ramón Unamuno, "Figurita" Villagómez, Isabel León, Luis Alcívar Elizalde, Miguel Roque Salcedo, “Ñato” García, Alejandro Arroyo, Pablo Sandiford, Voltaire Paladines, Juan Salas, Jaime Roldós Aguilera, Vicente Maldonado, Miguel Olvera, Meche Guime, Jorge Jiménez, Martha Fierro, Clemencia Bognoli, Jorge Delgado Guzmán, Carmen Matos, Andrés Gómez y tantos otros nombres que son ejemplos de humildad.

La humildad se erige con calidez y naturalidad y llegar a ese podio, como Bolt, es triunfar en la vida… (O)