El argentino Jorge Valdano, campeón mundial en México 1986, es una de los voces más autorizadas del planeta para hablar de fútbol. Lo hace con claridad e inteligencia, y más que en otros lados lo ratifica en los varios libros que ha escrito. El exdelantero del Real Madrid, Zaragoza, Alavés y Newell’s Old Boys le dijo a este Diario que el ecuatoriano Antonio Valencia es el gran referente a la hora de liderar al club Manchester United. Eso sí, aclara que durante la segunda etapa como director general del club merengue no hubo intento de fichar al nacido en Lago Agrio.

El 8 de agosto próximo, en Macedonia, Real Madrid y Manchester United jugarán la Supercopa de Europa y Antonio Valencia estará por el club inglés, ¿qué opinión tiene del ecuatoriano?
Primero, que es un portento físico; segundo, se ha adaptado a la perfección a la posición de lateral derecho. Parece que nació lateral diestro y no que se ha adaptado a esa posición. Lleva mucho tiempo en el United y se ha convertido también en un gran referente a la hora de liderar. A Valencia, en estos momentos, lo veo como el gran representante del fútbol ecuatoriano.

¿Es cierto que Valencia pudo llegar al Madrid? José Mourinho dijo que intentó ficharlo cuando dirigía al conjunto merengue (mayo del 2010 a junio del 2013).
Que yo sepa nunca hubo esa intención, por lo menos mientras yo estuve en el Real Madrid (su segunda etapa como directivo blanco se inició el 1 de junio de 2009 y acabó el 25 de mayo de 2011) nunca se barajó esa opción.

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¿Qué opina del declive de Ecuador en eliminatoria?
No tengo una opinión, no soy un experto. He visto algunos partidos, no en todos, y tengo poca autoridad para hacer un análisis minucioso. Me pareció, efectivamente, que tuvo una arrancada que parecía augurar una especie de paseo en las eliminatorias, pero se fue desdibujando en el camino. Fue perdiendo confianza y eso terminó haciendo estragos en los resultados. Le está faltando, evidentemente, continuidad futbolística al equipo. Las razones profundas no las sé.

¿Qué avizora del partido Ecuador-Argentina, último de ambos en la eliminatoria al Mundial Rusia 2018?
Ecuador, en Ecuador, causa siempre un enorme respeto. Es un equipo muy dotado físicamente; además, te puede atropellar tranquilamente. Argentina tiene una enorme personalidad, avalada por una historia indiscutible, y en esos partidos, donde se juegan al límite del sistema nervioso, Argentina es donde suele dar las mejores respuestas.

¿Qué recuerdo tiene de sus visitas a Ecuador?

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Me he sentido muy cómodo, muy bien. Es un pueblo muy futbolero. Me entregaron mucho cariño. Me sentí muy homenajeado (en abril del 2014 fue invitado a Guayaquil para disertar sobre fútbol, liderazgo y empresa) y quedé muy agradecido, y en deuda. Me gustaría volver con más tiempo y más tranquilidad.

Usted es crítico de las estadísticas y de las mediciones en el fútbol.
No soy crítico, lo que no soy, es en absoluto, obsesivo. He visto miles de partidos a lo largo de mi vida, confío en mi ojo clínico y me apoyo en las estadísticas. Pero también hay que ponerlas en contexto, si no sirven para muy poco. Que me digan: un jugador corrió doce kilómetros es lo mismo que no decirme nada: ¿Corrió bien o corrió mal? O que un jugador tocó cien balones ¿Los tocó para adelante o atrás? ¿Los tocó en profundidad o los tocó al pie? ¿Los tocó para mejorar la jugada o para empeorar la jugada? ¿Cuántos perdió de esos cien? O sea, todos los números necesitan ser muy matizados para que terminen significando algo.

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En su último libro, Fútbol: el juego infinito, usted afirma que “Los jugadores extraordinarios pueden jugar donde quieran y hasta cuando quieran”. Ese “hasta cuando quieran” cuándo llegará para Lionel Messi y Cristiano Ronaldo?
Son dos casos distintos con evoluciones inversas. Cristiano Ronaldo, para mantener su protagonismo, ha acercado su posición a la portería rival, centrándola y adelantándola. Hoy es prácticamente un centrodelantero y sin ninguna duda actualmente es el mejor del mundo en ese puesto. Y en cuanto a Messi, en lugar de adelantarse 20 metros, decidió atrasarse 20 metros, y ahora, desde la posición de estratega sigue teniendo protagonismo goleador. Además, contribuye al juego del Barcelona más que ningún otro futbolista. Insisto en que los genios pueden tener el privilegio de poder ir estirando su carrera y adaptando la posición a lo que les va permitiendo el cuerpo.

Real Madrid, del técnico Zinedine Zidane, es un equipo efectivo, práctico, ¿pero juega bonito?
Juega bonito, sí. Y, a veces, muy bonito. Es un equipo que tiene muchas maneras de jugar bien y tiene muchas maneras de ganar. Pero es una falacia decir que es un equipo especulador. Puede que en algunas circunstancias, y dependiendo de la alineación, el Madrid sea un equipo más directo que el Barcelona, por ejemplo. Pero en ningún caso es un equipo que calcula. Es un equipo que se caracteriza por su ambición. (D)