Colombia pasó de tomar un trago de café suave a uno de café oscuro. Tras una semana de polémicas extradeportivas y futbolísticas, la tricolor recogió su mejor cosecha: ganó sus dos partidos y enderezó su camino a Rusia 2018.

El resultado: triunfo el martes 2-0 ante Ecuador en Quito, que se suma a la insípida colecta del 1-0 frente a Bolivia el jueves pasado en Barranquilla.

La resurrección cafetera en la eliminatoria mundialista sudamericana hizo gala de su fama internacional: exquisitez y suavidad para ganar luego de dos décadas en la altura de la capital ecuatoriana (2.850 metros).

Publicidad

“Colombia tiene pie y medio en Rusia. El partido definitivo e importante era hoy (martes) en Quito, era sacar a un rival directo. El camino está totalmente despejado para el Mundial”, dijo a AFP el analista deportivo Fabián Rozo.

El onceno colombiano había empezado las fechas de la eliminatorias en el sexto lugar, fuera de las cuatro plazas que dan boleto directo a la Copa Mundo y del puesto de la repesca. Y terminó la doble jornada en la segunda ubicación, con 24 puntos.

Pekerman contó con la recuperación de su mejor grano, el volante James Rodríguez, inmerso en una fuerte polémica después de ser fotografiado en un entrenamiento en Bogotá haciendo un gesto soez.

Publicidad

Ante los ecuatorianos, el jugador del Real Madrid marcó su quinto gol en la eliminatoria e hizo una asistencia para el 0-2 definitivo en el estadio Atahualpa, pidiendo de nuevo la atención del técnico de su club, Zinedine Zidane, donde no goza de continuidad.

“James es muy importante, pero es más importante que asuma su rol de capitán dentro de la cancha y también fuera de ella”, afirmó Rozo.

Publicidad

“Presentación brillante”

Además de la recuperación del capitán, en Colombia se celebró otro fruto: el retorno del buen fútbol, perdido durante meses en un país con paladar refinado y que alcanzó su cúspide negativa en el juego contra Bolivia, que alineó una nómina mixta.

Si al café colombiano el año pasado lo afectó el fenómeno de El Niño, durante meses la plaga de la tricolor fue la falta de juego asociativo.

“Colombia tuvo una presentación brillante, esta vez se jugó como equipo”, afirmó el comentarista Carlos Antonio Vélez en el canal televisivo Win Sports.

La tricolor dominó de principio a fin en Quito: tuvo tres remates directos al arco rival, frente a uno de los ecuatorianos y su voluntad y contundencia ofensiva contrastó con la mostrada a lo largo del premundial.

Publicidad

“Este es un triunfo significativo, son de esos que te hacen soñar”, dijo Pekerman tras la victoria.

El elenco colombiano estuvo en el ojo del huracán durante toda la semana por la fotografía de Rodríguez, la decepción por el flojo desempeño ante los bolivianos y el escándalo por la convocatoria del defensor Pablo Armero, acusado de violencia doméstica.

Ahora, a falta de cuatro partidos, Colombia necesita seis puntos para matricularse en la cita orbital. Le esperan, en la siguiente fecha, Venezuela y Brasil, líder solitario de la tabla sudamericana.

Desde ya la tricolor abona la tierra con las mismas semillas del juego en Quito, esperando otra cosecha de exportación.

“Hay que seguir trabajando y tenemos que preparar los partidos que vienen para seguir soñando y clasificar al Mundial”, dijo el volante Carlos Sánchez. (D)