Norteamérica está en la pole position de los favoritos para ser sede del Mundial 2026, que será el primero de la historia con 48 equipos, según decidió la FIFA aunque hay varias posibilidades como opciones.

La elección del país anfitrión, prevista para mayo del 2020, tiene como primer condicionante el principio de rotación: la FIFA anunció en octubre pasado que el organizador del Mundial 2026 no saldría de una de las confederaciones que hayan albergado las dos últimas ediciones, es decir, ni de la UEFA (Europa, Rusia en el 2018), ni de Asia (Catar, en el 2022).

China, potencia emergente en el fútbol y cuyo presidente Xi Jinping tiene como reto que su país albergue y llegue a ganar algún día el torneo, tendrá que esperar a una fecha posterior.

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Con Europa y Asia descartadas, Sudamérica podría tener su opción, pero los esfuerzos de Conmebol están más dirigidos a que Argentina y Uruguay alberguen conjuntamente el Mundial 2030. Será la Copa del centenario, un siglo después de la primera edición, que tuvo lugar en Uruguay en 1930.

Por ello parece que Norteamérica (Concacaf) es la región con más opciones.

Una candidatura de Estados Unidos, junto con Canadá y México ha sido incitada por Gianni Infantino, presidente de la FIFA, por lo que un trío norteamericano “es una posibilidad”, confirmó Victor Montagliani, presidente de la Federación Canadiense y de la Concacaf. Esta última entidad es la confederación para la que la organización de un Mundial se remonta más en el tiempo (Estados Unidos 1994). (D)