Andrés Gómez fue el encargado de tomar la copa a las afueras del Monumental, llevarla por el túnel de acceso a los camerinos y dejarla en media cancha, luego la llevó hasta la tarima que se instaló al pie de la suite presidencial, en medio del público, que no quiso perderse la celebración "al estilo de la Champions League".

El sol radiante que hacía dos horas antes del juego hacia brillar más la copa y las camisetas de los miles de hinchas vestidos de amarillo. Camisetas gigantes con los nombres y números de los jugadores colgaban de los techos que cubren los sectores este y oeste del estadio en reconocimiento al plantel que alcanzó la estrella 15.

El descenso de tres paracaidistas también animó la fiesta de los toreros, el primero portando la bandera de Barcelona, el segundo la de Ecuador y el tercero, la de Guayaquil, haciendo una espiral que enloqueció a los espectadores.

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La estrella 15 no fue el único regalo que Barcelona quiso darle a sus hinchas. En el marcador electrónico gigante se proyectó un video que grabaron los jugadores, dirigentes y demás personal del club, recordando "un cinco por aquí, un cinco por allá", los toreros desearon una Feliz Navidad a todos sus seguidores.

Siguieron homenajes a las glorias deportivas. En esta ocasión fueron reconocidos Lorenzo Klinger, Carlos Luis Morales y Nicolás Asencio.

Papel picado, banderas ondeando y estrellas con el número 15 precedieron a la salida del equipo, para su último duelo del años ante Aucas, luego del cual la fiesta continuó con el recibimiento de la copa y las medallas en la tribuna, la vuelta olímpica en la cancha y más celebraciones que se extendieron por las calles de Guayaquil por donde pasó la caravana del más veces campeón nacional. (D)