Hago memoria y en el Estadio Centenario por primera vez un equipo ecuatoriano desnuda a una selección uruguaya en el segundo tiempo y la somete de principio a fin. Pero lamentablemente eso no alcanzó para llegar al objetivo, que siempre será el resultado.

El partido tuvo dos facetas completamente disímiles. En la primera parte le costó veinticinco minutos a Ecuador tomar las riendas del partido.

Uruguay con su clásico 4-4- 2, pero presionando en nuestro campo, algo que no es común en los celestes. Ecuador 4-2- 3-1 lo que le gusta y no cambia el técnico. A los 9 minutos Stuani se pierde la apertura y a los 12 Coates logra el primer gol, quien era el responsable de su marca era aparentemente Fidel Martínez. A los 19 minutos Suárez no aprovecha una clara opción. Luego comienza Ecuador a despertar producto de la desventaja y a los 44 minutos gran corrida de Ibarra y magistral callejón para Felipao que con remate cruzado no perdona. La alegría duró poco, casi dos minutos después en un serio error se permite que Vecino camine más de 30 metros sin marca y saque un violento disparo que Dreer contiene a medias y que deriva en el segundo gol uruguayo.

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La segunda mitad es parte de otra historia, tenencia absoluta del balón y dominio de las acciones, Uruguay sorprendido solo atinaba a defender y a cortar el partido. Lamentablemente no se concretó el empate que hubiera sido lo justo.

Quedan cosas importantes por analizar, Fidel Martínez no está a la altura de los acontecimientos, su aporte fue nulo. Ibarra debe ser titular y hay partidos donde se debe cambiar la táctica y la estrategia. Faltó un volante, delante de la línea de cuatro es importante que juegue un cabeza de área.

El ancho de la cancha se cubre mucho mejor con tres hombres, no se pueden dar las facilidades que encontró Uruguay en ocasión del segundo gol.

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Un buen amigo me decía con mucha razón que es fácil hablar con el diario del lunes debajo del brazo. Es decir, después que pasan las cosas es sencillo el análisis. La tranquilidad que tengo es que todo esto lo advertimos antes del juego. Marcos Caicedo debió ser titular, faltó un hombre más en mitad de terreno y sigo sosteniendo que es un desperdicio que Antonio Valencia no acompañe a Noboa y Orejuela por el callejón central, dejando a Ibarra, que pasa un gran momento como volante carrilero por derecha. Sobre todo porque Noboa tiene un bajón en su producción y necesita tener un aliado de las características de Toño, que le daría una gran fluidez al medio campo y una salida limpia y contundente.

Venezuela es el próximo rival el martes, viene de golear a Bolivia, pero esperemos obtener tres puntos que nos dejarán en zona de clasificación. (O)