El dominicano David Ortiz completó su gira de despedida por Grandes Ligas, recopilando tributos de rivales que vieron cómo les destruía una ventaja en las últimas entradas (o un teléfono en la caseta).

El regalo que recibió de sus compañeros de Boston ha sido el mejor de todos.

Luego de dos temporadas consecutivas en el último lugar, el equipo al que Ortiz transformó de una franquicia maldita en campeones, se determinó despedirlo en la cima. Y con el título del Este de la Liga Americana devolviéndolo a la postemporada, el adorado “Big Papi” tiene la oportunidad de lograr su cuarto anillo de Serie Mundial, algo que solo un jugador en la historia de los Medias Rojas ha conseguido.

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No fue hace mucho que los Medias Rojas eran una franquicia atormentada, con generaciones de aficionados de Boston que pasaron y se fueron sin ver al equipo campeón. (D)