A sus 31 años y cinco meses, Stanislas Wawrinka es el campeón más veterano del US Open desde que Ken Rosewall (35 años y 10 meses) se alzó con el título en 1970. Colosal y resuelto en los momentos decisivos, el suizo no sabe perder finales de Grand Slam. Y si gana en Wimbledon de 2017, Wawrinka podría convertirse en el octavo hombre en la historia en coronarse en las cuatro grandes citas.

Pero el tenista del momento revela cómo se sentía antes de medir a Novak Djokovic en la final del domingo pasado.

Si acaso cinco minutos antes de iniciar su contundente victoria sobre Nole en el US Open, los nervios carcomían a Stan y hasta rompió a llorar, confesó el suizo tras el partido.

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“Antes de la final, estaba nervioso como nunca. Estaba temblando en el vestuario”, describió el tenista sobre sus momentos de desasosiego que compartió con su entrenador, Magnus Norman.

“Estaba charlando como a cinco minutos del partido, los últimos detalles con Magnus, y me puse a llorar. Temblaba completamente”. Wawrinka no quería sucumbir en la final de un Grand Slam: “Así de simple, el único motivo. Esa sensación de que no quieres perder. No quiero entrar a la pista y perder una final. Estar tan cerca y tan lejos”, explicó.

Problema de ansiedad
Pero se sacó de encima la ansiedad. Wawrinka quedó con marca de 3-0 de por vida en su carrera en finales de torneos de Grand Slam, incluyendo una victoria sobre el serbio Djokovic en la final del Abierto de Francia el año pasado.

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También se alzó con el título del Abierto de Australia en el 2014 y mantiene una racha de 11 victorias en finales en el circuito. Solo le falta Wimbledon para completar la colección de títulos en las grandes citas, algo que Djokovic consiguió recién en junio al coronarse en Francia, en su 20ª final en un Slam.

Dueño de un revés de una mano que es considerado como el mejor del circuito, Wawrinka solo cuenta con un título en los torneos de la serie Masters 1000, los de mayor envergadura tras los Slams –ese fue en Montecarlo en 2014–.

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¿Cómo ha hecho Wawrinka para no parpadear en partidos tan trascendentales? ¿Compilar tres grandes en dos años? “Lo único que intento es exigir el límite. Eso significa que cuando deje de jugar tenis, no tenga ningún tipo de arrepentimientos. No quiero después decirme, ¿por qué no te entrenaste más? o ¿por qué no hiciste esto o aquello?”, afirmó Wawrinka.

Con el del US Open, un tenista que por mucho tiempo estuvo a la sombra de su compatriota Roger Federer, sumó al menos una corona de Grand Slam en los tres últimos años.

Y el césped de Wimbledon está en la mira de Wawrinka. Por eso contrató a Richard Krajicek, el holandés que se coronó en el All England Club en 1996, como asesor en la última temporada de torneos sobre césped. La idea es mejorar la volea, esencial para esa superficie, y así complementar su excepcional revés de una mano y su saque, cada vez más fiable. (D)

Creo que soy capaz de desplegar mi mejor tenis en césped, pero hasta ahora no he superado los cuartos de final. Hay muchos otros jugadores superiores a mí en césped. Pero está muy lejos. Falta demasiado para ponerse a pensar sobre Wimbledon.Stanislas Wawrinka, tenista suizo