Es un tema que el periodismo esquiva pero que es menester encarar porque está en juego la salud del deportista. El fútbol a partir de los años sesenta comenzó a transformarse en un negocio próspero, por ende la necesidad de ganar llevó a poner en práctica el uso de estimulantes para mejorar el rendimiento.

Naturalmente en aquellas lejanas épocas no había controles y en Europa era moneda corriente la utilización de los estimulantes, la cortisona y las anfetaminas. Después vinieron los anabolizantes hasta los noventa en que el doble control antidoping (sangre orina), hizo que apareciera la eritropoyetina (EPO).

El Dr Lamberto Boranga ex arquero italiano hoy médico deportologo que vive en Perugia, sostiene que las consecuencias del uso de la EPO se verán dentro de 20 años….. “pero puedo decir ya ahora sin pecar de alarmismo que serán devastadoras…”.

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El Dr. Boranga a quien encontré en la ciudad de Perugia fue arquero de varios equipos, Fiorentina, Brescia, Reggiana, Cessena, Varese, Perugia y Parma. Poseedor de un físico privilegiado ha tenido la valentía de denunciar las prácticas nocivas de aquellas épocas.

El ex futbolista Carlo Petrini jugó en la década del 70 en Génova, Milán, Torino y la Roma y denunció: "Además de tomar diversos fármacos sufrí el dopaje, porque sufrí es la palabra que representa lo que pasé…. La primera vez que sucedió llegaron al vestuario, el médico, el masajista y el entrenador. El médico llevaba un frasco en las manos que parecía una botella de naranjada. Como no había jeringuillas, la misma aguja se introdujo cinco veces en aquel frasco y después pinchó a cinco jugadores diferentes. Luego podías saltar, correr y presentarte ante el portero rival sin cansarte y con la mente siempre lúcida. Se tenía una fuerza inimaginable. Durante el partido te salía una baba verde de la boca, que tenías que escupir para no ahogarte. También se hinchaba la lengua y solo a las 3 o 4 de la madrugada llegaba el cansancio y te podías dormir".

El Dr, Boranga ha denunciado la utilización de la cocaína en el mundo del calcio. "Hay mucha cocaína en el fútbol. Está probado que a los dos días de consumirla es imposible que los controles la detecten. Para descubrirla se debería recurrir al examen del cabello. Si se hiciese los positivos serían muchos más..."

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Naturalmente el tema doping traspuso fronteras y llegó a nuestro continente. Durante los años 1972 y 73 Raúl Armando Savoy llegó a ponerle fin a su exitosa carrera al Liverpool de Montevideo. Nació en Chacarita y brilló en Independiente, zurdo y muy fino con la pelota integró una famosa delantera, Bernao, Mura, Suárez, Mario Rodrí guez y Savoy. Luego llegó a Boca y fue Campeón en1969 y 70, junto a Meléndez, Rojitas, Novello y el uruguayo Medina. En pleno vestuario del Estadio Belvedere de Liverpool, cantando un tango se inyectaba delante de sus compañeros. Savoy falleció el 26 de Diciembre del 2007 a los 66 años.

Juan López campeón del mundo como técnico de Uruguay en 1950, que dirigió a la Selección ecuatoriana, y fue quien llevó a Spencer a Peñarol, en una oportunidad que El Nacional de Ecuador visitó Montevideo por Copa Libertadores, le dijo a un conocido técnico ecuatoriano: "No te olvides de darle efedrina a tus jugadores si no marchas al spiedo". Y naturalmente que perdían.

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Lo que decía Petrini con respecto a no poder conciliar el sueño después de un partido, me lo corroboró un futbolista muy conocido, que jugó en Ecuador y es muy querido, que pasaba la noche entera sin dormir, también me dijo que él vaticinó que a partir del control del doping para Uruguay iba a resultar difícil obtener títulos.

Pero hay más, en el año 1985 Barcelona disputó la final del torneo en el Estadio Modelo ante el Deportivo Quito. Estadio lleno, la presión de los hinchas hizo que se derribara una malla y hubo una invasión de público. El partido estaba para suspenderse al día siguiente. El técnico Santibañez era el más nervioso, incluso tomó el micrófono e instó al público que se retirara. ¿El motivo? Si el partido se jugaba al otro día era imposible ganar.

Los estimulantes existieron, existen y existirán, es menester ser muy exigentes en los controles. Lamentablemente en el fútbol ecuatoriano no existen y por ende sucede esta situación que está viviendo el chico José Angulo. Muy lamentable para él, su familia, su institución, que perderá mucho dinero, pero muy triste por las consecuencias futuras del consumo de estimulantes. Ni hablar del perjuicio para el fútbol ecuatoriano, la devaluación del futbolista y las pérdidas económicas.

Parece poco creíble que la Federación no tome cartas en el asunto e instaure un control serio y eficaz. Incluso de buena fuente tengo conocimiento que hay muestras, vaya a saber de cuando, que nunca fueron enviadas, porque increíblemente y con el argumento de los costos se decidió enviar las muestras a Cuba, lo que ignoraban es que en Cuba no hay servicio de DHL y el argumento de los costos es inadmisible. Pero lo más grave de todo es que si se piden los resultados de las muestras enviadas nada se sabe.

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Insólito, impactante, despreocuparse de un tema tan trascendental por pagar 200 dólares más o 500 dólares menos, frente a los millones que seguramente a Independiente le costará y a otras decenas de millones que costará a los clubes ecuatorianos.

Resulta inadmisible que se haya jugado toda la primera etapa del torneo nacional sin realizarse el control antidoping.

Afortunadamente el caso Angulo y la preocupación de algunos dirigentes llevó a las autoridades de la Federación a poner en práctica los controles respectivos. (O)