El circuito belga trae el grato recuerdo del estreno del piloto alemán, que ahora pasa peores días.

El Gran Premio de Bélgica de hoy será el que conmemore los 25 años del debut en la categoría de uno de los mejores pilotos de la historia. El 25 de agosto se cumplió exactamente un cuarto de siglo de la presentación en la Fórmula 1 de Michael Schumacher, una leyenda que hoy pasa sus peores días.

Unos días antes de la carrera en Spa Francorchamps, Bertrand Gachot, segundo piloto del equipo Jordan, fue encarcelado por agredir a un taxista en Londres. Una plaza se abrió para la carrera, que ya tenía anotados a nombres como los de Ayrton Senna o Nigel Mansell, entre otros. Y allí apareció la habilidad de su mánager, Will Webber, para hacer realidad la chance de Schumi.

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“¿Quién es ese Schumacher?”, preguntó Eddie Jordan cuando Webber le propuso al alemán de 22 años para ocupar el lugar de Gachot. El representante no dudó en dar referencias. “Eddie me preguntó si Michael había estado en Spa y le dije que sí. A continuación me preguntó si él sabía que Spa no era sencillo, y le respondí que era como correr en su casa”, contó varios años después el también alemán.

Eran todas mentiras piadosas. Porque Schumi nunca había conducido en el circuito belga. Aunque sí era como su casa: había nacido a unos 100 kilómetros del escenario.

El alemán salió a dar sus primeras vueltas en el circuito en una bicicleta. Le alcanzó con un rato para conocer una de las pistas más atractivas y exigentes del mundo. Ya arriba del auto comenzó a demostrar su talento. Primero, con un undécimo puesto en las prácticas del viernes. Luego, con un séptimo lugar en la clasificación, superando por siete décimas a su compañero de equipo, el experimentado Andrea De Cesaris.

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La carrera no fue lo que esperaban el alemán. En la primera vuelta el embrague del auto dijo basta y su debut se vio opacado por ese problema mecánico, que él había advertido.

Pero aunque el final no fue el mejor en Bélgica, ese fin de semana le abrió las puertas a un futuro mejor. Flavio Briatore, dueño de Benetton, contactó rápidamente a Webber y le hizo un contrato de cuatro años por $ 2,5 millones. Así, dos semanas después de su debut con Jordan, el misil alemán ya estaba corriendo con otra escudería de mayor rendimiento; lo que vino después es la exitosa historia que todos conocen.

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Lo que se desconoce es la actualidad de Schumi, quien el 29 de diciembre de 2013 sufrió un accidente de esquí. Casi tres años después, las noticias sobre su estado no parecen ser las mejores. Sergio Montavani, párroco italiano ligado a la F1 y a Ferrari, aseguró que las sensaciones de lo peor están cerca: “Sé más de lo que quiero”. (D)