Fricson George, exdefensor del Barcelona Sporting Club, reveló que en el 2008, año en que se inició la presidencia de Eduardo Maruri, se presentaron varias situaciones que no permitieron que el equipo terminara con la sequía de títulos.

George, en diálogo con Radio City, también tocó el tema del argentino Rolando Zárate, quien pide a través de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) el pago de $ 1'600.000. 

Caso de Zárate

Esto puede repercutir en los jugadores cuando están entrenando, porque pueden pensar en que los suspenden o no y se crea la incertidumbre; también van a pensar si la institución tendrá los recursos (el dinero) para pagar las deudas que otros (directivos) han creado. El jugador piensa si habrá dinero para que le paguen los sueldos. Esto puede crear una intranquilidad en el plantel.

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Directivos son responsables de la deuda

No puedo hablar mal o bien de Rolando Zárate, porque fue mi compañero, pero la responsabilidad y los contratos que se hacen siempre son de los dirigentes y, a veces, con el aval de ellos traen a un jugador con deficiencia, lesiones, golpes y que viene a recuperarse acá; he visto tantas cosas. A veces, hay irresponsabilidad de los dirigentes que firman contratos que no están acordes con el jugador.

Mal ambiente en el 2008

En ese año sí vimos muchas cosas que pasaron en ese entonces. Hubo jugadores que venían de otros clubes y que ganaban mucho menos que en Barcelona (...) y escuchamos que debían jugar las inversiones que se habían traído, y no porque entrabas a la cancha para entregarte por completo. Yo llegué al club en 1994 y para poder ponerme el uniforme de entrenamiento me costó mucho.

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Cada vez que me tocó jugar yo sabía que me tenía que entregar por completo, porque el equipo me dio la posibilidad y cambió mi forma de vida, porque venía de una familia de muy bajos recursos económicos, pero no parecía (en el 2008) que dijeran que las inversiones tenían que jugar dentro del campo de juego. Con ese equipo que había era para salir campeón caminando, con la excepción de algunos jugadores que llegaron golpeados o lesionados.

Defiende a Bosco Mendoza

Yo en 1999 fui al Santos de Brasil y me hicieron unos exámenes exhaustivos en todo mi cuerpo y se dieron cuenta de que tenía un clavo intramedular por la fractura que tuve en 1998 y que estaba rozando el tendón rotuliano de la pierna izquierda y que a final de temporada debía de sacarlo; entonces se hizo una excepción en el contrato de que si molestaba esa lesión, se daba por terminado el contrato. Acá mucha gente hablaba de Bosco Mendoza -fue médico de la institución- (por varios futbolistas que llegaron con lesiones), pero el dirigente es el que daba la última palabra. (D)