Marco Aguirre recuerda aquel 17 de diciembre de 1994. El empresario de carteleras boxísticas rememora que ese día fue el clímax de la histórica visita al Ecuador del Más Grande del boxeo mundial, el estadounidense Muhammad Ali, fallecido a los 74 años el pasado 3 de junio en Phoenix, Arizona.

El múltiple campeón de los pesos pesados llegó como invitado para ver la pelea por el título mundial de los medianos, de la Federación Internacional de Boxeo, entre el ecuatoriano Segundo Mercado y el estadounidense Bernard Hopkins.

Su presencia en Quito “fue un acontecimiento de trascendencia internacional”, cuenta Aguirre, mientras observa múltiples fotos que sacó del ‘baúl de los recuerdos’ de aquella presencia honorífica, que se dio entre el 14 y 18 de diciembre.

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Visita ilustre
“Fueron cinco días inolvidables, no solo para la gente del boxeo, sino para el pueblo quiteño. Fue una visita ilustre”, resalta Aguirre, uno de los gestores del arribo del boxeador, que además fue activista pro derechos sociales, en su acérrima defensa de la raza negra.

“El momento cumbre se dio cuando Muhammad Ali subió al ring del Coliseo General Rumiñahui (la noche de la pelea). La ovación fue total. Al Ecuador se le conoció en 120 países, adonde era retransmitida la señal a través de la televisión”, rememora el empresario boxístico.

En esos cinco días, revela Aguirre, conoció la otra faceta de Ali, cuyo nombre real era Cassius Clay, y el cual rechazó por considerar que era de esclavo norteamericano.

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“Era como un niño en un cuerpo de hombre, era juguetón, bromista y casi siempre estaba sonreído”, relata el quiteño, y cuenta una escena que se dio en el Palacio de Carondelet. “Practicó cartomancia, sacó unos pañuelos, unas cartas y comenzó a predecir ante la mirada atenta de los presentes, entre ellos, el vicepresidente de la República, Alberto Dahik”.

Fotos con todos
En su estadía en Quito, Muhammad Ali visitó la Alcaldía, Carondelet, la Mitad del Mundo, el Centro Histórico, el Panecillo, lugares donde “no le negó una foto a nadie de quienes le solicitaban”, recuerda.

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La estancia en la capital sirvió para que Ali se reencontrara y se reconciliara con Leon Spinks, uno de los cinco púgiles que venció al Más Grande, indica Aguirre.

Spinks había derrotado a Ali el 15 de febrero de 1978 en Las Vegas y desde entonces se dio un distanciamiento. Mas, ese 17 de diciembre de 1994 coincidieron en el ring, ya que su verdugo era uno de los asistentes de Hopkins y se encontraba en esa esquina. El abrazo fue efusivo, recuerda el empresario.

Marco Aguirre, dijo, analiza la posibilidad de realizar una cartelera boxística en homenaje a Muhammad Ali. La idea, reveló, sería traer a Laila Ali, hija del famoso boxeador fallecido. En la cita estaría como invitado especial Segundo Mercado, protagonista en 1994. (D)

(Muhammad Ali) se llamó el Más Grande y lo demostró con hechos, no solo en lo deportivo, sino también en lo social y político.Marco Aguirre, Empresario de box