Para Elizabeth Bravo, la medalla de bronce obtenida en la Copa Panamericana de Triatlón que se disputó el domingo 1 de mayo en Salinas tiene un sabor especial. Mientras competía pensaba en Juan Francisco, su primer hijo. Era la primera vez que su bebé la acompañaba a una de sus competencias, tras su retorno posparto. Al llegar a la meta lo abrazó y besó.

“Estoy muy contenta por todo el apoyo que tuve de la gente, especialmente de mi familia. Me siento bien porque de a poco voy recuperando el nivel. Me levanté a entrenar al cuarto día de haber dado a luz. Después de ocho meses de no competir y obtener una medalla es para destacar”, comentó la triatleta.

La cuencana hizo un tiempo de 2h10m29s, detrás de la argentina Romina Biagioli (primera con 2h07m23s) y la chilena Macarena Salazar (segunda con 2h10m14s).

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Bravo se sometió a los rigurosos cuidados de su ginecóloga, ya que su objetivo primordial es clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Entrenó hasta el último día de su preparto y ahora su hijo goza de buena salud.

“Mi esposo es mi entrenador y en Ecuador todavía se cree que después de un parto no se puede entrenar. Me sometí a sus recomendaciones, por lo que puedo decir que es un mito que no se puede hacer ejercicios luego de dar a luz”, dijo.

En esta rama, el turco Aurelien Lescure se ubicó primero con un tiempo de 1h50m52s; Andrade fue segundo con 1h51m02s; en tanto que el colombiano Sebastián Rubio fue tercero al registrar 1h51m32s. El ecuatoriano Armando Matute llegó cuarto con 1h52m18s.

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Este circuito, que comprendió 1.500 metros de nado, 40 kilómetros de bicicleta y diez kilómetros de trote, permitió a Bravo y Andrade sumar 172 y 185 puntos, respectivamente, al ranking ITU, con miras a obtener un cupo a Río de Janeiro 2016. Su próximo objetivo es la Copa del Mundo que se efectuará el 8 de mayo en Huatulco, México. (D)