César Luis Menotti (77 años), campeón del mundo en 1978 con Argentina y en 1979 con la selección juvenil en Japón, fue entrevistado en la revista El Gráfico por Diego Borinsky. Habló de Diego Maradona, Josep Guardiola, Pelé y de sus convicciones futbolísticas.

¿Ha llorado por el fútbol?
Llorar no recuerdo, sí tristeza, partidos de mucha angustia, como ante Italia en el Mundial 1982 (perdió 2-1), o la derrota contra Italia en 1978 (0-1).

Siempre se lo vio tranquilo en el banquillo técnico, ¿nunca se ponía nervioso?
Ansioso sí, pero tengo muchas convicciones y el sentimiento no me saca de contexto. Mi respeto por el fútbol es muy grande para mostrar tristeza por el resultado o una alegría que sea agresiva contra el otro. Tengo mucho respeto por esta profesión. A mí no me gusta que me griten los goles en la cara. No puedo gritarle un gol en la cara a un colega que está perdiendo 3-0. Un día jugamos Huracán-Central por la Copa Libertadores, les hicimos cuatro, yo técnico de Huracán, y me retiré faltando cinco minutos. A mí me tocó ganar con Independiente 1-0 en La Bombonera a Boca con Carlos Bilardo y no grité el gol.

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¿Dudó mucho en dejar a Diego Maradona afuera del Mundial 1978 o no tanto?
Dudé mucho ¡y me dolió! No solo por él, también por (Humberto Rafael) Bravo y (Víctor) Bottaniz. Lo de Diego fue muy duro, pero era chico y tenía tiempo por delante, para Bravo y Bottaniz era la última oportunidad. La duda era Maradona o Norberto Alonso y quedó Alonso.

Viendo lo que Maradona fue luego ¿no se equivocó?
No sé. Te puedo decir que no me arrepentí porque fuimos campeones. Si nos hubiesen eliminado en primera rueda, Diego me lo habría agradecido toda la vida (risas). Pudo haber sido un error, sí, pero hice lo que creía que debía hacer.

¿En qué juego del Mundial 1978 estuvo más nervioso?
Contra Hungría, en el debut. Encima arrancamos perdiendo a los 5 minutos. Es muy, muy difícil ser local: salvo Alemania en 1974, Italia se fue a la m en 1990, España se fue a la m en 1982, Brasil en el 2014. Es jodido, sobre todo en un país donde hay tantos futboleros.

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Si lo consultaban por el sustituto de Alejandro Sabella en Argentina, ¿qué nombre habría dado?
Josep Guardiola. Y le habría puesto tres entrenadores jóvenes de acá detrás de él pensando en el futuro, aprendiendo. Que viajaran a ver prácticas de Alemania, de Estados Unidos, de muchos.

¿El Barcelona de Guardiola fue el mejor de la historia?
No sé si de la historia, hay que compararlo con el Ajax de la década de 1970, pero sí fue el mejor de los últimos 30 años. Y Pep es el mejor entrenador de los últimos 30 años.

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¿Con Lionel Messi habló mano a mano alguna vez?
No, nunca se dio.

¿A Messi lo sienta en la mesa de los más grandes futbolistas de la historia?
Sí. No le doy todavía la corona de Di Stéfano, Cruyff, Pelé y Maradona, porque ellos se han sostenido en un tiempo muy largo. Messi ahora está cerca, y no importa si gana o no un Mundial, porque Cruyff y Di Stéfano no lo ganaron.

¿Quién es el mejor?
Pelé, sin dudas. En Santos fui su compañero y era una cosa de locos. También fui su rival. Era un extraterrestre.

¿Ve al Atlético de Madrid de Diego Simeone?
Me cuesta. Valoro mucho lo de Simeone, aunque no comparta nada con él. Simeone tiene un estilo muy diferente al mío, pero es un pibe trabajador, que respeta su profesión. Después, por ahí dice cosas que para mí escapan a la prudencia.

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¿Le teme a la muerte?
No, lo que me molesta a veces es jugar básquet con mis nietos y que me duela el brazo por ciertos movimientos, que el físico no me responda, pero estoy feliz de poder hacerlo, de caminar todos los días dos horas, de nadar. Además, es lo único de lo que estoy seguro: no conozco a nadie que no se haya muerto en algún momento. (D)