Para jugar en la última jornada la dirigencia de Deportivo Quito anunció acuerdos con acreedores. Esta notificación trajo controversias ante la deuda que mantiene el club con el volante Michael Castro, quien tiene interpuesta una demanda ante la Ecuafútbol para pagos de letras vencidas del año anterior.

Castro se mostró contrariado por el aviso de los chullas. “No sé cómo se levantó la suspensión si nadie del club habló conmigo por la deuda”, señaló.

Sin embargo, el reclamo no tendría asidero, según explicó Álex de la Torre, presidente de la Comisión Disciplinaria de la Ecuafútbol, en Radio Única.

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“Por reglamento, el Comité Ejecutivo otorga 30 días plazo a los clubes para el pago correspondiente”, dijo el directivo, lo que estaría fuera de alcance para el reclamo de Castro.

Pero la situación del jugador no queda solo en lo económico. Castro denunció amenazas tras la exposición mediática del vicepresidente del club, Patricio Salazar, quien en una intervención llamó al zaguero a deponer su demanda. Castro relacionó ese pedido con llamadas telefónicas ‘intimidantes’. Incluso, “un intento de ingresar a la urbanización donde resido. Que te amenacen no es bromita. Las autoridades están al tanto y la persona que pidió a la hinchada que me haga recapacitar tendrá que dar la cara”, apuntó.

División en chullas
El descenso del Quito a la serie B trajo consigo una división interna por la participación de seis futbolistas del primer plantel en Loja, pese a que el grupo anunció que no jugaría.

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Juan Rojas, Richard Calderón, Jairon Bonett, Daniel Porozo, Beder Valencia y Efrén Proaño viajaron a sumarse a la reserva en Loja, algo que ‘desconocía’ el DT Carlos Sevilla.

Este grupo defendió su ‘colaboración’ con el club. “La decisión fue nuestra, la dirigencia no tiene nada que ver. Yo lo hice porque creí conveniente hacerlo, porque creí que si iba a morir tenía que hacerlo de pie y no echarme atrás”, señaló Rojas.

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Estos jugadores se sumaron al trabajo ayer con el primer plantel. “Esperaremos lo que venga”, dijo Rojas en relación con el descontento de sus compañeros. “Si hay división no me importa, tengo valores y si alguien te ofrece ayuda, tienes que ser grato hasta el último”, señaló el atacante chulla, en referencia a la acogida que tuvo a inicios de año para seguir su carrera, tras haber sido descartado en otras instituciones. (D)

He recibido varias amenazas, intentaron entrar a mi urbanización. Quien pidió a la hinchada que me haga recapacitar tendrá que dar la cara.Michael Castro, Volante chulla