A finales de este mes, el Teatro Patio de Comedias, que cobró vida en el interior de una residencia familiar, construida en 1928 y ubicada en la zona de la Mariscal, cumple 35 años ofreciendo entretenimiento sobre las tablas.

Su fundador Raúl Guarderas (fallecido en el 2013) y su esposa María del Carmen Albuja, apasionados por las artes escénicas, hicieron de su hogar un espacio para compartir con quienes también amaban: el público.

Así nació el teatro independiente que albergó y formó a muchos actores citadinos empezando por quienes habitaban su propia casa. De los cinco hijos de esa pareja, Juana y Marisol Guarderas se dedicaron a la actuación, aunque la segunda ya abandonó los escenarios.

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Al inicio, la intención fue estrenar la sala con la obra En los ojos vacíos de la gente, de Paco Tobar, pero no se concretó la idea porque la actriz principal tuvo un accidente automovilístico y falleció. Se estrenó con Representando a Karim.

Juana, por su parte, no solo se apasionó por las tablas, sino que desde hace 25 años lo administra. Ahí nació, creció, conoció a sus amigos, aumentó la familia y sigue creando. Es su trinchera y el lugar desde donde su libertad de expresión sale a viva voz a la sociedad.

En esa vivienda, el Teatro Patio de Comedias y la vida cotidiana de los actores conviven, respetándose cada uno sus espacios. En el primer piso está el teatro y un restaurante que funciona en las noches también como café-teatro (inaugurado en octubre pasado), y en el segundo se desarrolla la vida de Juana y su familia.

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¿Por qué el teatro en una residencia? Porque hace 35 años no había espacios para presentar sus obras y al amar el arte, sus padres decidieron adecuar una sala para la actividad. Con el tiempo, esa bodega, en donde se originó todo, se transformó en teatro, recuerda Guarderas.

En los primeros diez años del Teatro Patio de Comedias se formaron algunos actores, como María Beatriz Vergara, Martha Ormaza y la propia Juana, las recordadas actrices de La Marujita se ha muerto con leucemia.

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En el transcurso de esos 35 años muchas cosas cambiaron, desde la manera de hacer difusión hasta la receptividad del público. Juana recuerda que la mejor forma de difusión de su madre era colgarse en el teléfono con un listado de gente para invitar. La comprometía de manera tan efectiva que esta llegaba, narró Juana.

Ahora, la comunicación es a través de medios impresos, redes sociales y recomendación verbal del público. La programación es de miércoles a domingo a las 20:30, y en el café-teatro de martes a sábado a las 21:00. El Teatro Patio de Comedias se ubica en 18 de Septiembre E4-26 entre 9 de Octubre y av. Amazonas, Quito. (I)